El Emisor presenta sus supuestos para el año que comienza y las cifras que espera no son nada optimistas
De lejos, el Banco de la República es la institución económica mejor valorada entre los colombianos. Y no es para menos: el mandato constitucional de luchar en contra de la inflación, mantener el poder adquisitivo del peso y actuar con herramientas monetarias sobre la economía, ha sido una labor muy bien ejecutada desde que apareció en la Constitución del 91 para reemplazar la Junta Monetaria. La constante alza de los precios prácticamente ha sido mantenida a raya, por no decir que está bajo un crónico manejo en sus mínimos posibles.
Es esa tarea bien ejecutada la que hace del Emisor o del Banco Central una institución querida y respetada, pues ha logrado que los precios de la canasta familiar no sean tan elevados como sucede en otros países y como ocurría en otros momentos de la historia. El crecimiento desbocado del Índice de Precios al Consumidor que mide el Dane es un asunto del pasado y la gente lo valora. Es por esta situación que cuando el futuro de la economía se ensombrece para el Banco de la República se disparan las luces de alerta, preocupación e incertidumbre.
El Emisor estima que el Producto Interno Bruto en 2012 estará entre 3,3% y 3,9%, un rango de pronóstico menor al que se había proyectado en noviembre de 2012 ubicado entre 3,7% y 4,9%. De acuerdo con las minutas del Banco, el crecimiento del PIB para el cuarto trimestre estará entre 2% y 3,5%. Mientras que el rango de crecimiento para 2013 está entre 2,5% y 4,5%. Si miramos las cifras desnudas vemos que un crecimiento para este año entre ese piso y ese techo es casi que irónico: es un rango muy amplio que no deja a los centros de investigación y a los mismos empresarios proyectar el año que ya arrancó en medio de la incertidumbre.
Dicen los técnicos del Banco que esperan que se mantengan las condiciones que soportan el dinamismo en el consumo y la inversión en maquinaria y equipo. Un apuesta clara al consumo. Ya vimos que en la primera reunión del año, la mayoría de los miembros de la Junta Directiva decidió reducir la tasa de interés en 25 puntos básicos, la cual quedó en 4%, una tasa que sigue siendo muy alta para el estado de la economía. Sin embargo, los gremios económicos -no los políticos- insisten en una mayor reducción de los tipos de interés. “En Colombia, con una tasa real de cambio promedio para 2012 en 8% por debajo de la de equilibrio, el dinamismo de las exportaciones se desploman”. El miedo a la inflación sigue intacto.
En términos macroeconómicos, no se puede escoger entre una variable o la otra. Pero además de mantener el poder adquisitivo, que es una política bien importante, también se deben generar las condiciones para crecer y en eso las tasas son clave.