Las nubes de la recesión que cubren Europa

Por estos días turbulentos, Colombia es un caso extraño si miramos con detenimiento el panorama económico mundial. Mientras los pronósticos de crecimiento de nuestro Producto Interno Bruto son revisados al alza por todos los organismos multilaterales, los datos de los mercados emergentes, los países del vecindario y los de las buenas prácticas de la  Ocde son puestos en perspectiva baja. Este año vamos a registrar un crecimiento cercano a 4,5% y el año nuevo se asoma con un porcentaje similar entre 4,2% y 4,5%. Una cifra que llama la atención si la comparamos con los llamados milagros económicos de la región, tal es el caso de Perú, en donde se habla de un 3,2% a lo mucho para este 2014.

Pero ese crecimiento local empieza a amenazarse por los datos que llegan del petróleo y el débil comportamiento de la Bolsa de Valores de Colombia, a lo que se suma un leve frenazo de la recuperada actividad industrial nacional. La verdadera amenaza llega de la economía europea que cada vez más se mete en una tercera recesión, fruto del creciente desempleo y la pérdida de competitividad, especialmente. Nuestro diario asociado a la Red Iberoamericana de Periodismo Económico, Ripe, Expansión,   (16.10.2014) de España, dictó las diez claves del riesgo de recesión en Europa, como una explicación oportuna a porqué el precio del petróleo en el mundo, dato vital para Colombia, está cayendo.

“La principal señal de una posible entrada en recesión es el frenazo de Alemania. La locomotora europea perdió un 0,2% del PIB entre abril y junio. Berlín rebajó sus previsiones de crecimiento para 2015 hasta 1,3% (...) Francia sigue siendo uno de los enfermos de la eurozona, con dos trimestres consecutivos con un crecimiento cero (...) Italia ya está sumida en la tercera recesión en lo que va de crisis (...) Holanda sufrió un desplome de 1,4% entre enero y marzo, mientras que Finlandia se resintió un 0,4% en el mismo periodo (...) Hay un estancamiento de la industria y un fuerte frenazo de los servicios (...) La confianza de los ciudadanos cayó a 99,9 puntos en septiembre, de acuerdo con el barómetro de la Comisión Europea (...) El barril de Brent se ha desplomado, un descenso de 27% desde los niveles máximos de junio (...) Otro indicador de las perspectivas bajistas de muchas empresas es que la Bolsa se está empezando a desinflar (...) Las medidas del Banco Central Europeo todavía no han tenido un efecto apreciable (...) Falta de competitividad de muchos de sus países”.

Lo que sucede en los países europeos se cierne sobre las economías emergentes haciendo que las materias primas no tengan el encanto de otros tiempos y este desánimo se empieza a notar en las proyecciones a la baja de todo el vecindario para un 2015 que no pinta nada bueno.