La necesaria ‘terna de uno’ para la Federación

Mucho se especula sobre la elección del gerente de la Federación Nacional de Cafeteros y del poder de cada bando para poner el nuevo líder del gremio más poderoso. Esta noche se cierran las inscripciones para quienes quieran optar por el cargo. Los grupos en disputa están desconociendo el poder del Gobierno en la decisión, a través de la historia y por estatutos de la gran federación de comités. 

La terna la define el Comité Nacional con el voto expreso y favorable del Ministerio de Hacienda, quien preside la delegación del Gobierno y vota en su nombre; además cuenta con tantos votos como miembros gremiales estén en la mesa. En caso de empate- estipula el contrato de administración suscrito por la Federación con el Gobierno para administrar el Fondo Nacional del Café- decide el Presidente. Es esta la razón por la que históricamente siempre la terna ha sido de uno, tal como dicen los expertos en la contienda interna cafetera.

Así las cosas, la decisión política, más que la elección del líder gremial de turno, es el nombramiento del administrador del Fondo del Café, instrumento a través del cual, desde 1940, los gobiernos administran con el gremio la política pública cafetera. Por lo tanto nunca se debe descartar que algún día un gobierno decida administrarlo directamente y no por medio de terceros, o deje que le gremio actúe como los demás gremios del sector, en su papel de queja permanente y confrontación con los gobernantes de turno.

Es fundamental que el Gobierno diga quién es su candidato para que el gremio lo asimile y finalice la guerra de aspirantes. Una guerra intestina sin sentido. De continuar esta rivalidad el gremio puede llegar completamente dividido al congreso cafetero y presentarse nuevamente una situación como la que se vivió en los últimos años. Además, tanto los delegados al congreso como los candidatos, están pidiendo a gritos que el Gobierno señale quién es la persona de sus preferencias.

Algunos dirigentes en las regiones consideran que es fundamental defender la autonomía del gremio, a sabiendas que esto les da favorabilidad con los cafeteros. En un gremio por naturaleza de provincia, en donde atacar el poder central da grandes dividendos, más aun en tiempos de elecciones regionales y locales. Si el Presidente no quiere que esto se convierta en un conflicto con el gremio debe pedir a sus delegados que se pronuncien pronto.

Queda a los delegados la tarea de asimilar con grandeza la postura gubernamental y hacer un esfuerzo enorme por aceptar que todos tienen que ceder para lograr un nombramiento por consenso que asegure estabilidad, y permita hacer frente a todos los problemas que hoy afrontan las familias cafeteras. En las actuales circunstancias es conflictivo someter a votación del congreso una terna de tres. Estará tensa y llena de expectativas la reunión del comité nacional (que de diez candidatos debe llegar a una terna de uno) de lo contrario el gremio se deteriorará más.