El costo de la energía para la industria

El costo de la energía para la industria no está entre las más altas de la Región, pero ese no es el punto. El asunto tiene que ver con la tasa representativa, que si es una de las más revaluadas entre los mercados emergentes y que le hace perder competitividad a los industriales, máxime cuando miramos el rubro en el peso de los costos fijos para la producción que es uno de los más altos dependiendo del sector económico. Hoy recordamos que una de las promesas de la campaña presidencial de 2010 era que se iba a bajar el costo de la energía para los empresarios, pues el foco de desarrollo era exportar más para generar los empleos formales que a la postre generarían bienestar.

Pasaron cuatro años y las tarifas de energía no se tocaron, tampoco subieron notablemente, pero nos llama la atención que a pesar de haber obtenido hace un tiempo el quinto puesto mundial dentro de las energías más competitivas según el estudio Global Energy Competitiveness Index, varios sectores del país, especialmente la industria, se quejan de que la tarifa que se cobra por usar un kilovatio (KWh) de energía en una planta industrial es de US$0,13. Esto hace que Colombia sea el sexto de la Región con la tarifa de energía eléctrica más cara para los industriales, después de México (US$0,21), El Salvador (US$0,18), Guatemala (US$0,17), Panamá (US$0,15) y Uruguay (US$0,14). La tarifa por kilovatio es muy superior a la de otros países no competitivos, como el caso de Venezuela, Argentina, Paraguay y Perú; US$0,05; US$0,02; US$0,4 y US$0,7 por kilovatio (KWh), respectivamente.

Colombia tiene un porcentaje superior de energía producida a través de fuentes hídricas. Según el Ministerio de Minas, 64% de la electricidad es producto de recursos hidráulicos, 30% de térmicos, y otros sectores como el eólico hasta ahora están siendo explorados. Para los expertos, el problema de los altos precios en el mercado local puede hallarse en los altos costos que se establecen dentro de la Comisión Reguladora de Energía y Gas para cada una de las etapas de producción de la energía: generación, transmisión, distribución y comercialización.

La Andi tiene un estudio elaborado por Ecsin donde se recomiendan acciones como incluir dentro de la agenda de la Creg, la evaluación de la participación directa de los grandes consumidores en el mercado de corto plazo. Estimular la competencia en el mercado no regulado, reduciendo los límites a la participación los cuales no se modifican desde 2000. Esto debe estar acompañado de una regulación integral de la comercialización minorista, que incluya los problemas del cargo fijo y el prestador de última instancia, entre otros. Ojalá hoy en la Asamblea de la Andi se hagan anuncios más realistas.