Wingman, la mochila que evita que se le arrugue el traje cuando viaja

Tiene una reunión de trabajo y debe ir impecable. Su traje sin una arruga, su camisa perfectamente planchada al igual que su corbata, pero se ve obligado a llevarlo en una maleta de reducidas dimensiones que quepa en la cabina del avión.

Esta situación no tiene porqué suponer una pesadilla. La mochila Wingman, de la firma Henty, ha logrado que “el traslado de prendas delicadas” no sea un problema. Primero porque su estructura lleva unas varillas verticales semirrigidas de plástico reciclado que reduce la posibilidad de arrugas a mínimos; y segundo, porque su impermeabilidad la protege de la lluvia sin necesidad de fundas protectoras.

Henty es la compañía australiana que se fundó, según sus creadores reconocen, como solución a un problema aparentemente simple: transportar ropa de negocios hasta la oficina y tenerlo listo para usarlo al llega.
Fue Jeremy Gray el que, junto a su amigo de la infancia Jon Gourlay, fundó la empresa en Tasmania, en 2012.

La mochila Wingman, que cuesta 199 euros (US$238), es muy práctica para llevarla en bicicleta, moto, caminando, corriendo o como bolsa de equipaje para ir en avión. La bolsa con forma de cilindro, pesa 2 kilos y mantiene la ropa seca y libre de arrugas. Aunque las prendas de vestir permanezcan tiempo enrolladas dentro, salen como entran, impecables. Se pueden meter tres camisas sin que pierdan su forma original. El traje se introduce en la bolsa plana con fondo acolchado y cerrado con las cremalleras que están en los tres lados.

Esta gran abertura hace que sea muy fácil embalar un traje y una camisa sin que salgan pliegues o arrugas. También lleva una percha para colgarlo y un bolsillo grande, muy útil para almacenar cosas planas pero flexibles como papeles y documentos de viaje. Henty diseñó una versión más pequeña denominada Messenger, con una sola correa de hombro y con un tubo interior.