Los cincuenta remakes del cuento clásico de Pinocho logran desconcertar a los fans

Desde el clásico de Disney de 1940 se han estrenado unas 50 películas de Pinocho, incluida, no es mentira, "Pinocho en el espacio exterior", de 1965.

La incesante fascinación de los cineastas por el cuento del niño de madera puede explicar por qué 2022 se perfiló como el año en que Estados Unidos alcanzó el pico de Pinocho. Incluso los fans más acérrimos sospechan que la oferta ha superado a la demanda.

Desde enero se han estrenado tres proyectos de Pinocho, entre ellos "Pinocchio" de Walt Disney Co., del director Robert Zemeckis -con Tom Hanks como Geppetto- y "Guillermo del Toro's Pinocchio" este mes en Netflix.

La cuarta, "Pinocho y el agua de la vida", anunciada como una comedia de madurez, se retrasó al verano, presumiblemente para evitar la acumulación de películas de Pinocho. En "Lies of P", un videojuego que también saldrá a la venta el año que viene, Pinocho se abre camino a través de un infierno preindustrial. Su misión: volver a casa con Geppetto, el creador y padre sustituto del niño tallado.

Mat Brunet, historiador de la animación en Montreal, llamó al "Pinocho" original de Disney el "'Ciudadano Kane' de la animación". Brunet es uno de los aficionados a Pinocho que manifiestan su descontento por la nueva versión de Disney y se preguntan por qué el mundo necesita otra película de Pinocho.

"¿Por qué iba a verla si el 'Pinocho' original también está ahí mismo en Disney+, a un clic de distancia?", dijo el Sr. Brunet, que descartó la nueva versión como "un ciclo interminable de momentos locos".

Kathleen Gwinnett, nacida el año en que se estrenó la película original de Disney, ha hecho acopio de una auténtica colección de Pinocho en su casa de Burlington, Carolina del Norte: muñecos, figuritas, rompecabezas, juegos, bolas de nieve, libros. Tampoco le gustó el remake.

"Me sentí como si estuviéramos viendo una película de terror", dijo Gwinnett, que la vio con sus hijas mayores. "¿Lo primero que hacen es expulsar a un niño del colegio? ¿Quieres que alguien que está en preescolar piense que eso es lo que pasa cuando vas a la escuela?".

La amplia demanda del público ha impulsado el estreno de 30 películas de la franquicia Marvel Cinematic Universe, incluida la última, "Black Panther: Wakanda para siempre". Un hombre, el creador de Pinocho, el escritor italiano del siglo XIX Carlo Collodi, ha despertado la imaginación de los cineastas.

"Pinocho es uno de los mitos literarios primordiales", dijo el Sr. del Toro. El director afirmó que el novelista Gabriel García Márquez situó a Pinocho junto a Frankenstein, Sherlock Holmes, Drácula, Tarzán y el Conde de Montecristo.

"Se puede hacer un Pinocho que sirva como lectura de la dinámica familiar, o social, o como historia sobre la verdad y la mentira", dijo el Sr. del Toro. "Puedes ambientarla en el presente, en el futuro o en el espacio exterior".

La versión del Sr. Del Toro, que utiliza la fotografía stop-motion, está ambientada en la Italia fascista del siglo XX, donde un líder militar ve a Pinocho como el soldado perfecto porque no puede morir. "Queríamos hacer un cuento sobre la desobediencia como virtud, en contraposición a la obediencia", dijo, cambiando el tema del original.

"Frankenstein y Pinocho, desde que era un niño, estaban muy relacionados en mi mente", dijo el Sr. del Toro. "Ambas eran historias de padres e hijos, y el padre liberando al hijo en el mundo sin ningún principio rector".

Federico Fellini y Francis Ford Coppola soñaban con hacer películas de Pinocho. El cómico italiano Robert Benigni hizo dos. Ron Howard y Robert Downey Jr. suscitaron rumores hace unos años sobre la posibilidad de hacer una.

Luego estaban las películas que se hacían eco de la historia de Pinocho, como "Eduardo Manostijeras", "Blade Runner 2049" e "Inteligencia Artificial A.I.", una película que Steven Spielberg tomó de Stanley Kubrick, que también quería crear su propia versión de Pinocho.

No todas fueron éxitos. En RottenTomatoes.com, que convierte las críticas publicadas en un índice numérico, "Pinocho", de Benigni, de 2002, tiene una puntuación de los críticos de cero sobre cien. Recibió una puntuación del público de 33, por debajo incluso del legendario fracaso "Ishtar". El remake de Disney tiene una puntuación de 29 en la web.

"Es en gran medida una historia para niños, y ésta es una de las razones por las que sigue siendo tan popular entre los cineastas masculinos", afirma Rebecca West, profesora de la Universidad de Chicago que ha impartido un curso sobre adaptaciones cinematográficas de Pinocho.

"La figura materna está ausente en la creación de Pinocho, y el padre asume un papel omnímodo como creador, criador y formador de los valores de su hijo", explica. "A pocas de mis amigas les gustaba Pinocho de pequeñas".

En la película del Sr. Del Toro, el narrador Sebastian J. Cricket dice que la historia trata de "padres e hijos imperfectos". Más tarde, Pinocho le dice a un amigo: "A veces los padres se desesperan como todo el mundo, y dicen cosas que sólo creen querer decir en el momento, pero con el tiempo se dan cuenta de que en realidad nunca quisieron decirlas. Pueden llamarte cosas feas, como carga o cobarde, pero por dentro te quieren".

Algunos estudiosos ven en Pinocho un cuento con moraleja sobre la creación de vida, similar a la historia de Frankenstein. "Geppetto es una figura divina en el sentido de que crea un ser animado que se le escapa de las manos, lo que tiene mucho que ver con la historia de Adán y Eva", afirma Michael Sherberg, profesor de italiano en la Universidad Washington de San Luis y editor del libro "Approaches to Teaching Collodi's Pinocchio and its Adaptations".

Los primeros tratamientos cinematográficos de Pinocho impulsaban la conformidad, reflejada en la búsqueda del niño de madera por convertirse en un "niño de verdad", como dice en el original de Disney. Las películas más recientes se inclinan por la aceptación de las diferencias. A algunos espectadores del remake de Disney les molestó que Pinocho nunca se convirtiera en un niño de carne y hueso.

Tracy LaGrua Mount, una agente de viajes de West Orange (Nueva Jersey) especializada en vacaciones Disney, dice que aprecia que Geppetto acepte y acoja a su hijo de madera.

"Los niños de hoy en día están sometidos a una presión demencial: ser perfectos, convertirse en algo a cierta edad", explica. "Desencadenó toda una conversación con mi hija".