La inflación al alza subirá el costo de las bodas en 2023, pero no bajará la demanda

El panorama para el próximo año no vaticina muy buenos resultados en cuanto a precios, inflación y el dólar al alza. Pese a este escenario, el nicho de las bodas parece ser uno que promete números verdes, de acuerdo a la dinámica que recibió el sector durante este año.

De acuerdo con un informe del sitio de planificación de bodas The Knot, se estima que durante 2022 se han realizado cerca de 2,6 millones de bodas, frente a los 2,2 millones del 2019.

Por esa razón, se prevé que en 2023 este tipo de celebraciones sean mucho más grandes e incluso con una inversión superior, teniendo en cuenta los niveles de inflación y la actual situación económica.

Diferentes actores importantes del sector hotelero como el Grand Hyatt de Bogotá y el Hotel Sofitel Santa Clara de Cartagena, han confirmado el buen comportamiento.

En 2021 se celebraron 130 bodas en estos lugares, mientras que en 2022 fueron cerca de 145 solo en el hotel Grand Hyatt Bogotá, el cual espera que esta cifra supere las 160 celebraciones para el próximo año.

“De acuerdo a nuestra experiencia, y teniendo en cuenta que los matrimonios se han duplicado, e incluso, triplicado después de la pandemia, vimos la oportunidad de incluir en esta época algunos espacios que ayuden a que las parejas puedan construir y realizar la boda de sus sueños”, enfatiza Andrea González, directora de ventas de eventos del hotel Grand Hyatt.

Juan Pablo Estrada, jefe de banquetes de Sofitel Santa Clara Cartagena, dijo que diciembre es un mes atípico, por lo que la celebración puede ser en cualquier día, aumentando así el número de reservas.

“Las bodas, para nosotros, también significan un impulso gigantesco para la economía y la dinámica del hotel, pues por cada celebración cerca de 60% de los invitados se alojan en nuestro recinto”, dijo Estrada.

En 2022, la moda sostenible y de lujo también ha marcado la agenda de los wedding planners (planeadores de bodas), y uno de los lugares más solicitados es, además, una zona reconocida como Patrimonio de la Humanidad por Unesco en Colombia: el Eje Cafetero.

Mónica Restrepo, directora de la Association Bridal Consultants (ABC), alude al término de las bodas personalizadas como la nueva hoja de ruta, y que estas tengan un hilo conductor. “Ahora se busca cuál es la esencia de cada pareja para poder construir y escenificar la boda en torno a ello”, asegura.

Las tres premisas clave por las que se ejerce la temática de planeación reposan en la arquitectura, el arte y la moda, pero, sobre todo, cumplir con los objetivos dentro de una agenda operativa sostenible.

Los expertos consultados coinciden en que la tendencia que lidera entre las celebraciones no son las decoraciones suntuosas ni despilfarros superficiales. En palabras de Juan Pablo Estrada, “los escenarios son más terrenales, más simples, con materiales reciclados, con poco o nula huella de carbono”.

En cuanto a los trámites para casarse, según cotizaciones recientes, los precios han incrementado cerca de 30%.

Los servicios que entran a costear en la celebración son los costos de servicios por persona, los religiosos, el entretenimiento, locación, producción audiovisual, y, por último y no menos importante, los atuendos.