La industria relojera se mueve ante la llegada de los smartwatches

“La verdadera razón de nuestro éxito es el amor. Porque el amor es lo único eterno”. Uno no está acostumbrado a cruzarse muchas veces en su trabajo con frases tan profundas, y mucho menos en una feria de relojes, pero las curiosas palabras elegidas por Jean Claude Biver, presidente de Hublot, para explicar los 10 años de la colección ‘Big Bang’ nos demuestra que Baselworld es algo especial.

Smartwatches
Ante la anunciada llegada de gigantes como Apple y Samsung, toca trabajar duro y demostrar por qué aún merece la pena comprarse un buen reloj mecánico. No será tarea fácil. Como indica un director de una importante firma para el mercado español, “es normal que las marcas estén asustadas. La relojería suiza exporta al año piezas por valor de US$25.000 millones. La facturación de Apple triplica este resultado en solo un semestre”. Pero también recuerda que “la relojería suiza no se mueve por volumen, sino por valor. Menos de 3% de los relojes que se venden al año en el mundo son swiss made”.

Sorpresa en Patek Philippe
Pero si ha habido un reloj de viajero que ha llamado la atención en este Baselworld, éste ha sido sin duda el Calatrava Pilot Travel Time. Su originalidad no reside en su movimiento, ya conocido por los aficionados de Patek Philippe, sino en la rareza de encontrar un reloj de piloto de esta manufactura. Cuando antes hablábamos de que algo se movía en el mundo de la relojería nos referíamos a creaciones como esta. Un diámetro de 42 milímetros, su aspecto deportivo o la correa de pespuntes contrastados son elementos no habituales en el catálogo de Patek Philippe. Esta originalidad es la mejor muestra del interés de la manufactura por acercarse a un tipo nuevo de clientela, quizás alejada hasta ahora de su órbita por el clasicismo de sus referencias más conocidas.

El Calatrava Pilot Travel Time demuestra que es importante atraer al público por los ojos. Por eso ya no hay miedo por parte de las firmas tradicionales de adoptar estéticas diferentes que sean capaces de sorprender al comprador. Lo hemos visto este año con dos tendencias muy comunes. Una es la moda denim, que encaja a la perfección con el gran auge actual de esferas azules.  Ahora también para mujeres.

Las grandes marcas también producen para las mujeres
Esta apertura de miras que vemos en la relojería masculina ya lleva temporadas produciéndose en las líneas femeninas, que otro año vuelven a contar con algunas de las propuestas más interesantes de toda la feria. El imaginativo uso del material luminiscente de Chopard, el uso de caparazones de escarabajos por parte de Dior o el trabajo con piedras para la decoración de las esferas de Hermès son solo algunos ejemplos de la libertad creativa que el mundo de la mujer aporta a la relojería moderna. Bulgari produce un reloj para mujer, que contiene 96 diamentes y cuesta US$41.000.