"El Carnaval de Barranquilla puede convertirse en un producto de exportación"

En el comienzo del Foro LR en Barranquilla “La gran industria creativa del Carnaval de Barranquilla”, Juan José Jaramillo, director del Carnaval, dio una conferencia sobre la importante celebración y su rol como industria cultural y motor de desarrollo, que expone los hallazgos del libro “Con hechos de fiesta”, editado por Diario La República.

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El director comenzó diciendo que “el Carnaval puede ser un producto de exportación”, al explicar que ese impulso de globalizar la fiesta barranquillera ya está muy avanzado.

Por otro lado, Jaramillo señaló que los logros que ha tenido el Carnaval han sido gracias a tres pilares que contemplan el desarrollo económico, social y la preservación del medio ambiente.

Sobre el primero, Jaramillo informó que el Carnaval de 2025 generó una derrama económica cercana a los $880.000 millones, con 193.000 empleos directos e indirectos, una ocupación hotelera de 100% durante los días centrales y la llegada de más de 800.000 turistas de más de 15 países.

Afirmó también que “el Carnaval no solo mueve la economía, transforma vidas y conecta a Barranquilla con el mundo y lo más valioso: parte del talento local”. Tras un contexto histórico de la evolución de la empresa, señaló que en 2023 se constituyó como Carnaval de Barranquilla SAS BIC, que, según Jaramillo, habría reafirmado su compromiso como sociedad de beneficio e interés colectivo.

Este año, según expresó el director, su propósito se ha centrado en visibilizar a los hacedores de la fiesta, es decir, carroceros, tamboreros, bailarines y otorgarles protagonismo. “Significa sacar del anonimato al carrocero, tamborero, a la joven que baila en un grupo folclórico. Ellos le dan vida a la fiesta”.

En medio de su discurso, el director mencionó también un punto de gran relevancia como: ¿cuánto cuesta hacer el icónico evento? Para la edición 2025, la inversión total fue más de $24.000 millones, de los cuales 80% se destinó a la producción del evento y 20% de estos ingresos se destinaron a proyectos y funcionamiento organizacional durante todo el año. Añadió que 44% de los ingresos provino de boletería y 56% de más de 150 aliados comerciales de sectores como alimentos, bebidas, comunicaciones, construcción y energía que movieron la industria.

Sobre la sostenibilidad de la celebración, el director informó que el Carnaval ha implementado acciones como el reciclaje de materiales publicitarios para fabricar bolsos, el desarrollo de eventos carbono neutro, la reducción del uso de icopor en carrozas, la medición de huella de carbono y la inclusión de recicladores.

“Le damos una nueva vida a 2.000 metros de lonas de palcos de la vía 40 y vallas publicitarias del Carnaval 2025, transformándolas en bolsos reciclables únicos para dejar una huella de conciencia ambiental”, explicó Jaramillo.

Justamente, desde 2020, el Carnaval de Barranquilla asumió un compromiso con la sostenibilidad ambiental, lo que le ha permitido obtener la certificación NTS TS 006-1. Jaramillo atribuyó este reconocimiento a las acciones concretas como la vinculación este año de más de 50 aliados comprometidos con la causa, la medición de la huella de carbono en siete de sus eventos principales y la declaración de la Gran Parada de Tradición como el primer evento carbono neutro de la fiesta.

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Además, Jaramillo destacó que se logró integrar a 200 recicladores en la operación y reducir 50% del uso de icopor en la construcción de carrozas. También afirmó que se han fortalecido las capacidades técnicas de los carroceros.

El nuevo libro

Esta transformación ha sido documentada en la publicación “Con hechos de fiesta”, un libro editado en colaboración con Diario La República. La obra recoge en 180 páginas datos, historias e imágenes que visibilizan el impacto estratégico del Carnaval en el desarrollo territorial.

“Hoy le podemos contar al mundo qué y cómo se hace el Carnaval y que se muestre que los hacedores son quienes hacen la fiesta. Este libro le muestra a Colombia y el mundo de qué está hecho este evento cultural”. Este proyecto coincide, además, con la llegada de la Ocde a Barranquilla y refuerza la visión del Carnaval como un laboratorio de economías creativas.