¿Hay futuro sin corbatas? Algunos consejos para usar un traje formal sin esta prenda

El código de vestimenta de una personalidad pública es un lenguaje más para la lectura de intenciones. Lo que trascendió en la antigüedad como un trozo de tela rojo que doncellas croatas anudaban al cuello de los militares antes de su partida a operaciones de mando en representación de amor y fidelidad, terminó siendo lo que se conoce como una pieza de la vestimenta definitoria del armario masculino.

Desde la elaboración de un nudo cuatro en mano en una fina tela de corbata ancha a tejido grueso, como se distingue el nudo Windsor, siendo el nudo inglés por excelencia, hasta el hecho de quitarse la corbata a modo declaratorio de un mensaje en un contexto público, la corbata es una fuerte herramienta de expresión.

El lenguaje de la vestimenta es quizá una de las líneas más sutiles para generar un impacto en los encuentros de un contexto social o político. Hace poco, se celebró en Alemania la cumbre G-7 entre los líderes de Francia, Estados Unidos, Italia, Japón, Canadá, Alemania y Reino Unido, y hubo un consenso evidente: ninguno de los líderes, incluido Joe Biden y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, llevaba corbata.

“Quitarse la corbata es una forma de decir: ‘Oye, estoy relajado y voy a ser abierto contigo’”, dijo Richard Thompson Ford, profesor de derecho en la Universidad de Stanford y autor de “Códigos de vestimenta: Cómo las leyes de la moda hicieron historia”, al Wall Street Journal.

A esto se le suma la también reciente declaración del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien replicó su idea de no usar corbata a los funcionarios públicos en aras de ‘ahorrar energía’, en lo que se supone que sería en no tener que usar el aire acondicionado, aunque no especificó en que habría que ahorrar energía.

Este panorama indica una leve caída del protagonismo de esta prenda en elegantes cenas y/o reuniones sociales, atribuyendo un atuendo en que lo se estima ser más ‘light’ ante la formalidad. La revista GQ definió una serie de consejos, a través del código del ropero del actor protagónico de ‘Slumdog Millionaire’ y también partícipe en la serie británica ‘Skins’, Dev Patel, quien presenta un código sin corbata.

En cuanto al ‘traje de tres piezas’, siendo el más clásico, lo que aconseja el actor es llevarlo con una camisa blanca planchada e impecable. Está permitido desabotonar uno o dos botones, con el objetivo de enfatizar este look rebelde-casual al momento de lucir el clásico traje de tres piezas (chaleco, saco y pantalón).

El traje double-breasted (o blazers cruzados) favorece mayormente a los de una silueta delgada, y lleva un tipo de abotonadura amplia de mayor volumen a la parte central del cuerpo.

‘Cuello alto’: al estilo francés, el cuello alto (o tortuga) elabora una tez clásica, elegante y algo ‘libre’ al no ser cargada con la formalidad de la corbata. Le sigue ‘Miami Vice’, que alude a la icónica serie estadounidense, y se caracteriza por vestir traje junto a una camiseta sport sin mucho detalle.

Y por último, el estilo sport, preferiblemente para un contexto más formal, se utiliza la vestimenta clásica y formal del traje con la camiseta, pero con la diferencia en el tipo de saco, el cual tiene hombreras (acentúa la silueta en V) y el color del traje debe ser azul profundo y camiseta blanca.

Pero otro componente entra a ser clave en el código del atuendo: el pañuelo. El ‘pocket square’ es un complemento que agrega estilo a a un atuendo formal, para quienes no se sienten tan tranquilos con el porte sin corbata.

La corbata, pese a su progresiva pérdida de protagonismo en el código de atuendos de los personajes públicos, empieza a sumar sentido desde la expresión por parte de los líderes mundiales en los consensos al público. Un clásico ejemplo es el del Rey de España, Felipe VO, durante la toma de posesión de Pedro Sánchez; el alto mando español vistió una corbata de color verde en alusión a V.e.r.d.e: “Viva el Rey de España”,.