El show de medio tiempo, un negocio multimillonario de marcas, artistas y gastronomía

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Con el paso de los años, el show de medio tiempo se viene convirtiendo no solo en un momento de entretenimiento en los eventos deportivos, sino también en una de las vitrinas más caras del mundo que ayuda a impulsar marcas, artistas y organizadores, quienes destinan millones de dólares en estos espacios. De hecho, lo que empezó como una pausa entre dos tiempos de juego hoy es una de las herramientas que más genera ingresos.

En Estados Unidos, principalmente, este fenómeno está profundamente arraigado, pues más allá del Super Bowl, en donde el medio tiempo es igual de esperado que el mismo partido, eventos como la final del Mundial de Clubes que será este fin de semana; la Copa América, que recaudó un estimado de US$600 millones, el Grey Cup con US$121,9 millones de aporte y el College Football Playoff National Championship, que recogió US$75 millones, han replicado esta fórmula tan exitosa.

De hecho, el impacto económico de este tipo de shows es difícil de ignorar, pues tan solo en el Super Bowl, que fue celebrado este año, se estimó que el recaudo en publicidad fue de US$500 millones y en alimentos y bebidas por cada uno de los asistentes al show en vivo fue de US$90 en promedio. Si este precio se le atribuye a cada uno de los 65.719 aficionados que asistieron al partido en el Caesars Superdome de Nueva Orleans, las cifras se convierten en aproximadamente US$5,9 millones.

A su vez, ese día se registró la venta de más de 1.200 millones de alitas de pollo, junto con millones de pizzas, nachos con aguacate, barbacoa, nuggets, palomitas de maíz, litros de cerveza y gaseosa que fueron vendidos. De igual manera, un comercial que duró tan solo 30 segundos llegó a costar aproximadamente US$8 millones, una cifra que va subiendo con el paso del tiempo.

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Esto demuestra que la experiencia del espectador en este tipo de eventos no solo se limita al show, puesto que al interior de los estadios la oferta gastronómica es bastante variada y atractiva. A propósito de este tema, José Gabriel Celis Barón, director de Rotonda Deportiva y docente de la Uniagustiniana, afirmó que “realmente hay tantas opciones de comidas y a precios tan variados que es imposible no alimentarse”.

Pero eso no es todo, ya que los asistentes también pueden adquirir camisetas oficiales, bufandas, artículos coleccionables, objetos para el hogar o incluso juguetes de edición limitada que tengan la imagen de los jugadores.

No obstante, esta lógica de consumo no es nueva, “todo gira en torno al concepto de expectativa, que la audiencia conecte con esos anuncios, generando el retorno de inversión en compra”, añadió Celis. En un futuro no muy lejano, todos los ojos estarán puestos sobre el show de medio tiempo que hará la Fifa en el Mundial de Fútbol 2026, que será la primera vez donde se integrará de manera oficial un espectáculo a medio tiempo en la final de la Copa del Mundo.

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Sin embargo, uno de los próximos shows en el fútbol se verá en la final del Mundial de Clubes 2025, este domingo 13 de julio. La particularidad de este espectáculo es que tendrá la participación del colombiano J Balvin, acompañado de Doja Cat y Tems, en donde el objetivo es recaudar más de US$1.000 millones, demostrando así que la música se tomó por completo los espacios más relevantes, que impulsan ventas.

Sin embargo, el artista urbano no es el primer colombiano en aparecer en este tipo de espectáculos que avivan el consumo, pues Shakira fue una de las primeras en pisar esos escenarios. Y es que, la barranquillera hizo historia en 2020, en el show de medio tiempo del Super Bowl.En esa oportunidad, compartió tarima junto a Jennifer López, J Balvin y el grupo de baile caleño Swing Latino.