“El bordado colombiano es de talla mundial”: Edwing D’Angelo

Uno de los diseñadores favoritos de las estrellas internacionales del hip-hop nació en Buenaventura. Siendo joven, viajó a EE.UU., y tras trabajar unos años como abogado, dio rienda suelta a su creatividad, y comenzó una carrera en el mundo de la moda.

Es Edwing D’Angelo, a quien quizá ha visto destacar en alfombras rojas internacionales por sus coloridos looks. Hoy, según él, es un diseñador en ascenso, que ya ha tenido importantes clientes como Tyra Banks, Rihanna, Kanye West, Sean Paul y la primera dama de EE.UU., Michelle Obama.

Recientemente participó en Expobordado, en Cartago. A D’Angelo, haber tenido la posibilidad de estar en el festival de modas que se llevó a cabo en el Valle del Cauca le trajo una doble satisfacción: volver a verse con su gente, y explorar el desconocido mundo del bordado colombiano, que para él, tiene mucho potencial y puede llegar a ser muy importante en las máximas pasarelas. “Creo que una vez la gente se entere de lo que es Cartago a nivel mundial en materia de bordado, es el principio de una bomba. Además, el bordado es protagonista. Toda pieza en la alta costura está llevando algo de bordado.

Se está usando en todo, día, noche, trajes de baño”, dijo a LR. Además, D’Angelo señaló que las confecciones colombianas tienen muy buena fama en el exterior. “A nivel de diseñador, Colombia está bien desde el punto de vista estético. Desde el punto de vista de lo que Colombia proyecta, está muy bien. Cuando tú hablas de confecciones colombianas, la gente estima que tienes buen gusto, buena terminación, estética. La imagen es excelente, y creo que hay mucho espacio para mejorarla”.

Los inicios del diseñador en la moda
Después de que su madre se fue a Estados Unidos, D’Angelo, todavía niño, se quedó a vivir en su natal Buenaventura con una tía que se ganaba la vida cociendo, y gracias al tiempo con su tía, D’Angelo se fue encariñando con la costura. Después, cuando fue adolescente y fue a vivir a Estados Unidos con su familia, estudió derecho, y comenzó a trabajar como abogado, pero su tiempo libre lo dedicaba a la moda. “En Estados Unidos comencé como abogado, pero no me llenaba. Entonces, de 9 a 5, trabaja en el bufete. Y después de eso, me la pasaba con mis amigos que estaban metidos en el mundo de la moda”. A partir de ahí, compró su propia máquina de cocer, y empezó a elaborar sus propias piezas. Al darse cuenta de que tenía potencial, empezó a ahorrar, y el primero de agosto de 2002, se retiró como abogado y comenzó su carrera como diseñador.