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El paso de la gira 'The Eras Tour' de la artista estadounidense está arrojando beneficios capaces de reanimar la economía de varios países
Ni los analistas más perspicaces podían haber previsto el efecto económico de la estrella del pop Taylor Swift. Su poderío es tan grande que hasta la Reserva Federal estadounidense (Fed) ha incluido en su último 'Libro Beige' el impacto del llamado 'efecto Swift' en el consumo privado por allí donde pasa.
Las estimaciones globales apuntan a que la cantante podría recaudar un total de US$4.600 millones con su primera gira mundial en cinco años que pasará por los cinco continentes con 151 conciertos en 17 países. Una cifra superior al PIB de 35 países, según estimaciones del Common Sense Institute.
Cada concierto genera US$140 millones que van directos a las arcas del Estado, por el momento, todavía de EE.UU., donde tiene 52 fechas programadas. Solo en los dos conciertos que dio en Denver (Colorado), las ventas de entradas generaron US$38 millones.
El paso de los fans de Swift por las distintas ciudades dejan en cada una de ellas más de US$200 millones de consumo directo antes, durante y después de cada una de sus actuaciones.
La intérprete de 'Love Story', de 33 años, tendrá en su cuenta bancaria unos adicionales US$1.000 millones por el conjunto de los shows en todo el mundo, cuando acabe la gira el 17 de agosto de 2024 en Europa.
El precio medio de cada entrada en EE.UU., donde la artista acabara la primera parte de su gira a finales de agosto, es de US$254. Y de casi US$1.000 si se quiere estar entre las primeras filas de los conciertos. Sin embargo, en las plataformas de reventa online como StubHub, los precios superan los US$1.300 por ticket.
Ciudad a ciudad
El informe del banco central de EE.UU. destaca el caso de la ciudad de Filadelfia (Pensilvania), donde Swift actuó tres días de mayo y uno de junio, en el Lincoln Financial Field con capacidad para 68.500 espectadores.
"A pesar de la lenta recuperación del turismo en la región en general, [...] mayo fue el mes más fuerte para los ingresos hoteleros en Filadelfia desde el inicio de la pandemia, en gran parte debido a la afluencia de asistentes a los conciertos de Taylor Swift", especifica el informe que la Fed publica ocho veces al año.
La plataforma de reservas hoteleras, Booking.com, ha publicado que los precios de los hoteles se triplicaron días antes de los espectáculos de la cantante en ciudades como Filadelfia, Pittsburgh, Minneapolis y Kansas City. En algunos lugares, como en el condado de Allegheny, donde está la ciudad de Pittsburgh, la ocupación hotelera llegó al 100%.
Todas las administraciones están haciendo cuentas tras el paso del huracán Swift. A principios de julio, funcionarios de Cincinnati (Ohio) confirmaron que su gira contribuyó a que los hoteles en el centro de la ciudad recaudaron cerca de US$2,6 millones y el condado de Hamilton, donde se sitúa, recaudó más de US$5,3 millones. En total, la cantante movió cerca de US$90 millones en el área metropolitana de la ciudad.
En Chicago (Illinois), se alcanzaron cifras récord de ocupación hotelera con más de 44.000 habitaciones de hotel y US$39 millones en ganancias. Los 'Swifties', como se conoce a los fans de la cantante, realizaron más de 43.000 desplazamientos en las tres noches de conciertos, el mayor número de pasajeros después de la llegada del covid.
El incremento de los precios de las entradas y de los hoteles durante los días de conciertos es visto por los analistas como algo negativo por la inflación que provocan. Un efecto que han bautizado como la 'tourinflation', que ya ha sucedido con otros artistas en gira como Beyonce o Coldplay.
Según el economista jefe de la entidad financiera suiza Danske Bank, Michael Grahn, el IPC de mayo descendió de 10,5% registrado en abril a 9,7% en mayo debido a los precios de los espectáculos culturales, los hoteles y los restaurantes.
La gira por el mundo
La cantante criada en Nashville está a punto de llevar esta bonanza económica por el mundo. Será la primera artista que actúe en el nuevo estadio Santiago Bermabéu con un aforo de 65.000 personas. La venta anticipada de las entradas puesta en marcha el pasado 13 de julio a través del gigante Ticketmaster indignó a los fans por el afán especulador de la reventa. Los tickets se agotaron en pocas horas y los compradores comenzaron a revenderlas por el doble del precio.
Esta práctica ya le dio problemas en su país natal. Fue la propia cantante la que denunció la situación de monopolio de la empresa, junto a la promotora de conciertos LiveNation, ante el Congreso de EEUU el pasado enero. El Comité Judicial del Senado celebró una audiencia para analizar la falta de competencia en la industria.
En Australia, también se han puesto a hacer cálculos antes de la llegada de la cantante en la segunda quincena de febrero de 2024. "La atracción de los megaeventos podría ser suficiente para ayudar a algunos consumidores a superar la confianza y el gasto moderados", concluye un informe de Bloomberg Economics.
El análisis de los expertos prevé un repunte en el gasto en servicios en el primer trimestre de 2024. "Ayudará a impulsar el PIB en un momento en el que la fuerza de los aumentos de los tipos de interés está frenando la demanda", concluye.
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