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Problemas del uso de pantallas a temprana edad
Los menores pueden enfrentar retrasos en el desarrollo del lenguaje, problemas de atención, dificultades en el desarrollo social y emocional, y alteraciones del sueño
Cada vez es más común encontrar a niños utilizando dispositivos electrónicos a temprana edad. Sin embargo, aunque su habilidad con estos es muy buena, no es recomendable que estando pequeños usen por tiempos prolongados estas pantallas.
La Academia Española de Pediatría aseguró que los niños menores a cinco años no deberían disponer de las pantallas a tan temprana edad, con el objetivo de evitar complicaciones más adelante como retrasos en el desarrollo del lenguaje, problemas de atención y concentración, dificultades en el desarrollo social y emocional, y alteraciones del sueño.
Edwin Fabián Forero, neurólogo pediátrico de La Fundación Cardioinfantil, aseguró que “una edad apropiada para que un niño acceda a un dispositivo, sería entre los 8 y 10 años”. El experto añadió que el control parental sobre los artefactos tecnológicos es fundamental para evitar complicaciones más adelante, principalmente porque los primeros años son la etapa más importante en su desarrollo y, a partir de ella, generan ciertas habilidades.
Desde la Unicef aseguraron que “la exposición a pantallas reduce la capacidad de los bebés para leer las emociones humanas y controlar su frustración. También resta valor a las actividades que ayudan a aumentar su capacidad cerebral, como jugar e interactuar con otros niños”.
Las afectaciones se traducen principalmente en complicaciones, en gran parte, en su desarrollo social, debido al enfoque que los niños realizan y que, a su vez, los aleja un poco más de la realidad y el entorno en el que se encuentran.
Por último, un estudio realizado por la Asociación Americana de Psicología consideró que el problema no solo está en el tiempo que pasan en pantalla sino en el contenido que ven. La entidad señaló que los videojuegos presentan un mayor riesgo que otros usos como los educativos o recreativos. “No se trata solo de limitar el uso, sino de entender por qué los utilizan”, aseguró el doctor Michael Noetel, experto en psicología. Tenga en cuenta los efectos nocivos en los ojos.