MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Agregue a sus temas de interés
Es imperativo contar con nuevos métodos de autenticación de fácil uso que reemplacen las contraseñas
Según un reciente estudio de We Are Social y Hootsuite, en 2020 los usuarios de la red mundial incrementaron en 7,3% llegando a 4.660 millones en 2021.
Nuestra rápida adopción es consecuencia de un sinnúmero de factores que se resumen en nuevas oportunidades a través de la red. Sin embargo, esta gran oferta de formatos trajo consigo nuevos retos que tiene que afrontar los navegantes digitales.
Se calcula que una persona puede tener cerca de 9,6 cuentas en redes sociales, sin contar sus credenciales para acceso a entidades bancarias, comercio electrónico o servicios complementarios. El número de cuentas en diferentes plataformas se puede traducir en una gran cantidad de contraseñas por usuario, o el uso de la misma en varios canales. Ninguno de los dos escenarios es el ideal, pues la primera opción resulta agobiante y la segunda, se convierte en una oportunidad para que los ciberdelincuentes suplanten la identidad.
Las contraseñas que comúnmente usamos son la primera barrera que hace parte de los factores de autenticación, que se encargan de blindar de seguridad a cualquier sitio web en el proceso de identificación de los usuarios. Este conjunto de caracteres apela a lo que sabemos. En un nivel más alto de autenticación está lo que tenemos, donde juegan un papel importante nuestros dispositivos móviles que son el destino del OTP. Por último, el nivel de seguridad más confiable dentro de los factores de autenticación hace referencia a lo que somos, la biometría.
La autenticación a través de tecnologías que permiten identificar a las personas a través de su fisiología para el acceso seguro a diferentes servicios digitales es la oportunidad ideal para reemplazar las tediosas contraseñas. En SoyYo, las personas pueden autenticar su identidad con diferentes entidades a través de la biometría facial. Con una selfie verificamos que la persona que está detrás de la pantalla es quién dice ser, sin necesidad de contraseñas de ocho caracteres o preguntas de seguridad.
Según un análisis de Hive Systems, las contraseñas con hasta seis dígitos y compuestas solo por números pueden ser descifradas al instante por un cibercriminal, lo que demuestra la fragilidad de este tipo de accesos. Cuando somos nosotros mismos la única llave de acceso para los servicios online, reducimos considerablemente los riesgos de suplantación y nos autenticamos de una manera mucho más sencilla.
Bien sea un proceso sencillo, el uso de datos biométricos de los usuarios también es un tema sensible que se debe abordar con responsabilidad. Los aplicativos que cuenten con este factor de autenticación deben proveer un sistema robusto de seguridad y privacidad. En SoyYo los datos biométricos de los usuarios son cifrados a través de técnicas criptográficas, estos datos se encuentran sólo a disposición del titular: ni la aplicación ni las entidades tienen acceso a ellos.
Por otra parte, para asegurar que la autenticación a través del rostro sea segura, creamos a través de un algoritmo robusto y basado en características específicas de los rasgos físicos de la persona una plantilla biométrica. De esta forma, el cruce de datos de dicha plantilla con la selfie del usuario nos puede confirmar que quien está detrás de la pantalla es quién dice ser.
Es imperativo contar con nuevos métodos de autenticación de fácil uso que reemplacen las contraseñas a las que estamos acostumbrados. Cuando tu cara es la llave de acceso al mundo digital, accedemos sin fricción a nuevos trámites, pero sobre todo navegamos con la tranquilidad de que la única persona que puede acceder a mis cuentas soy yo.
Santiago Aldana
CEO de SoyYo
