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TECNOLOGÍA

Inteligencia Artificial y su impacto social

sábado, 18 de mayo de 2019

La tecnología no se trata de una sola cosa. Es, más bien, un conjunto de esfuerzos, de desarrollos y de capacidades encaminadas a resolver problemas, desafíos o situaciones con distintos grados de complejidad

Adriana Noreña

La tecnología está cambiando el mundo en el que vivimos. Los productos o servicios que se han desarrollado con ayuda de la tecnología nos han permitido relacionarnos con nuestro entorno de distintas maneras: desde tener al alcance de nuestras manos la posibilidad de automatizar ciertas tareas en el ámbito laboral hasta contar con asistencia para realizar nuestras actividades cotidianas. Todo casi que a un clic de distancia. Asombra la manera en la que hemos llegado hasta allí. Sin embargo, más allá del cómo, lo realmente importante es el para qué, el propósito.

Lo cierto es que al tiempo que transforma, la tecnología nos ha permitido estimular nuestra capacidad de creación. Pero la tecnología no se trata de una sola cosa. Es, más bien, un conjunto de esfuerzos, de desarrollos y de capacidades encaminadas a resolver problemas, desafíos o situaciones con distintos grados de complejidad. Un ejemplo de ellas, frecuentemente mencionada en la actualidad, es la Inteligencia Artificial (IA) sobre la cual gran parte de los esfuerzos de los desarrolladores y de los investigadores están siendo dirigidos con el propósito de facilitar su uso para enfrentar retos como el cambio climático y el diagnóstico de enfermedades como el cáncer.

Teniendo en cuenta la gran utilidad de este tipo de tecnología, hace un tiempo Google anunció el inicio de la convocatoria de AI Impact Challenge dirigido a organizaciones sin fines de lucro, académicos y empresas sociales que buscan resolver problemas complejos de la sociedad haciendo uso de la inteligencia artificial. El objetivo de la firma con esta iniciativa reside en promover un uso práctico de este tipo de tecnología para asistir a las organizaciones en el cumplimiento de su misión de manera efectiva. Para este proyecto en particular, se recibieron 2.602 solicitudes de aplicación provenientes de más de 196 países, lo que refleja el interés de las organizaciones por apostar en la tecnología para llevar a cabo sus objetivos. De dichas solicitudes se escogieron 20 proyectos que cumplen los requisitos de viabilidad, potencial de impacto, escalabilidad y uso responsable de IA y que, a partir de ahora, podrán acceder a parte de los US$25 millones que otorgó la compañía y contar con la asistencia de Google para conducir el éxito de sus propuestas.

Celebro que dos de esos proyectos ganadores sean latinoamericanos, ya que representan el potencial innovador que se hace presente en la región y el talento que nos caracteriza. Uno de esos proyectos, originario de Colombia e impulsado por el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, aprovecha la tecnología para generar imágenes satelitales que permitan detectar minas ilegales en todo el país y crear insumos que permitan a las comunidades y al gobierno tomar medidas para proteger a las personas y minimizar los riesgos ambientales de estas prácticas. El segundo, llamado Hand Talk Serviços, proveniente de Brasil, pretende hacer uso de la inteligencia artificial para traducir el portugués al lenguaje de señas brasileño usando un avatar digital llamado Hugo para permitir la fluidez en la comunicación digital de las personas con discapacidad o dificultad auditiva.

No tengo dudas de que estas iniciativas ratifican la capacidad que tenemos los latinoamericanos de ingeniarnos nuevas formas de resolver los grandes desafíos que enfrentamos diariamente haciendo uso de herramientas o dispositivos tecnológicos que faciliten estos propósitos. Y, aunque todavía nos encontramos en una etapa temprana en esta materia, estamos construyendo un buen camino conjuntamente.

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