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De ahí la importancia que ha tomado el internet de las cosas (IoT). Un término que va más allá de las tablets, ordenadores portátiles y dispositivos, porque le permite a las personas, por ejemplo, tener tecnología de punta en los electrodomésticos.
Esto se ha convertido en una tendencia pero aún falta mucho por crecer. De acuerdo con el informe de Business Insider ‘Cómo el Internet de las cosas afectará al mundo’, solo en 2015 alrededor de 10.000 millones de dispositivos se conectaron a internet, mientras que para 2020 se espera que haya 34.000 millones, de los cuales 24.000 millones representarán al internet de las cosas y solo 10.000 millones serán dispositivos tradicionales (smartphone, tabletas, smartwatches).
Para Aníbal Gonda, evangelista técnico de GeneXus, “el desafío dentro de las empresas será llevar aquellas tecnologías con las que cuentan al siguiente nivel, evolucionarlas y adaptarlas con software o programas óptimos para ser parte de este proceso; pues uno de los principales retos que se espera a partir de este año será la competición de las empresas para moldearse al nuevo mercado que se está formado a través del internet de las cosas”.
El estudio señala además que en los próximos cinco años se esperan invertir a nivel mundial US$6 billones destinados a dar soluciones para el IoT, principalmente para el desarrollo de aplicaciones, hardware para los dispositivos, integración de sistemas, almacenamiento de datos y conectividad.
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