La nueva 'economía de pasajeros'

La historia ha demostrado que la tecnología es un catalizador de grandes transformaciones de la sociedad y que las empresas necesitan adaptarse, arriesgarse a fracasar o aún peor, a tener un cese en las actividades. Los nuevos modelos de negocios digitales introducidos por la informática personal, Internet, conectividad ubicua y ‘smartphones’, dieron origen a nuevas economías. La conducción autónoma hará lo mismo.

Recientemente, un estudio de Intel reveló los resultados de un nuevo estudio que explora el potencial económico por realizarse cuando los conductores de hoy se conviertan en pasajeros con tiempo libre. Diferentes analistas de Strategy Analytics, han denominado este nuevo modelo como la ‘economía de pasajeros’.

Hace menos de una década nadie hablaba del potencial de una aplicación o de la economía de compartir porque nadie veía eso en el horizonte. Por esta razón iniciamos la conversación en torno a la ‘economía de pasajeros’ de modo temprano, para despertar a las personas frente a las oportunidades que surgirán cuando los carros se conviertan en los dispositivos más potentes generando datos móviles y las personas puedan cambiar de conductores a pasajeros. Lo anterior predice una explosiva trayectoria económica, que pasará de US$800.000 millones en 2035 a US$7 billones en 2050.

Las tecnologías de conducción autónoma y ciudades inteligentes van a permitir la nueva ‘economía de pasajeros’, reconfigurando gradualmente industrias enteras e inventando nuevos sectores, gracias al excedente de tiempo y conocimiento que será desbloqueado. Es así como se espera que US$200.000 millones sean generados a partir del uso creciente por consumidores de aplicaciones y servicios innovadores, los cuales surgirán con la expansión y evolución de los servicios de vehículos sin conductor.

Pero esto no es todo, en una visión conservadora se podrán salvar 585.000 vidas con la conducción autónoma en la era de la nueva economía entre 2035 y 2045. Así mismo, se espera que los vehículos autónomos liberen más de 250 millones de horas al año en tiempo de desplazamiento de los consumidores en las ciudades más congestionadas del mundo, además de reducciones en gastos de seguridad pública relacionados con accidentes de tráfico por más de US$234.000 millones en esta nueva era, es decir, entre 2035 y 2045.

El nuevo estudio estructura el valor de la oportunidad económica tanto de la perspectiva de los consumidores como de las empresas, y comienza a desarrollar casos de uso diseñados para permitir a los tomadores de decisión estudiar acciones y estrategias concretas de cambio. “La tecnología de conducción autónoma va a impulsar el cambio de una variedad de industrias y definir un nuevo panorama. Los primeros resultados aparecerán en el sector de business-to-business” y retomando las palabras de Harvey Cohen, presidente de Strategy Analytics. “Opciones de vehículos sin conductores aparecerán primero en los mercados desarrollados y van a reinventar los sectores de entrega de paquetes y transporte de larga distancia. Esto aliviará la escasez de conductores en todo el mundo, y representará dos tercios de los ingresos iniciales proyectados”.

Para visualizar esta realidad se hace necesario proyectar algunos escenarios a explorar para convertir a los vehículos en centros de experiencia de transporte. Será muy probable ver productores de contenidos multimedia desarrollando formatos personalizados que se van a poder adaptar a tiempos largos y cortos de viaje. La publicidad, por ejemplo, se basará en la ubicación para darle mayor relevancia.

Este es el momento para unirnos a la visión de Greg Lindsay, urbanista y futurista de movilidad, “El futuro de la movilidad, el desarrollo económico y la aparición de nuevas oportunidades de crecimiento, como la ‘economía de pasajeros’, demandan diálogo”.