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Considerando que para asegurar la ejecución de los proyectos, el Gobierno no efectuará anticipos, los concesionarios deberán conseguir financiación de largo plazo. Para esto, hay que romper con los antiguos esquemas, donde no participaban muchas fuentes y los préstamos tenían plazos cercanos a 10 años.
En respuesta a este nuevo reto, se creó la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), un banco de desarrollo vinculado al Ministerio de Hacienda, para apalancar diversas fuentes de financiación nacionales y extranjeras hacia los proyectos.
La FDN ofrecerá préstamos senior y subordinados con plazos amplios y tasas competitivas, que se complementarán con lo que la banca comercial y el mercado de capitales puedan ofrecer. La deuda subordinada tiene flexibilidad de pagos y sus amortizaciones se hacen después de la deuda de los acreedores preferenciales, como los bancos.
Adicionalmente, la FDN ofrecerá productos que mitiguen ciertos riesgos como es la garantía de liquidez, que aumentará los recursos del proyecto cuando haya sobrecostos o sobreplazos en la construcción. Esta garantía atenderá las preocupaciones de la banca local, logrando tasas de interés más favorables.
En el diseño de los productos también se han buscando soluciones que atiendan las limitaciones de la banca de ir a plazos largos y del mercado de capitales de tomar el riesgo en la fase de construcción. Para ello, la FDN está apoyando la estandarización de un bono de infraestructura, que vendría a refinanciar los créditos bancarios con recursos de los inversionistas institucionales una vez terminada la fase de construcción, es decir durante la operación y mantenimiento.
Este bono tendría una alta calificación tanto por el respaldo crediticio que provee el contrato de concesión como por la garantía que dará la FDN. Con el apoyo del Banco Mundial, los bonos tendrán una calificación crediticia indicativa de una agencia calificadora, la cual estará disponible en pocas semanas.
Teniendo en cuenta que la FDN aumentará su patrimonio con la capitalización de IFC y CAF por U$120 millones y que sus límites de crédito también se incrementarán, podría asignar alrededor de $280.000 millones por proyecto de la primera ola de 4G. Así el Gobierno ofrecerá un monto significativo de recursos y facilitará la sindicación de créditos con la banca.
Así mismo, el Gobierno ha impulsado cambios regulatorios para modificar el límite individual de las entidades financieras en los proyectos de APP. Esto significará que los bancos podrán ampliar el monto de crédito y los inversionistas institucionales asignar más recursos por proyecto. También se amplió el cupo de las vigencias futuras en dólares para permitir la entrada de financiadores internacionales.
Por último y dado que tradicionalmente la infraestructura se ha financiado con préstamos corporativos, en donde las fuentes no asumían riesgos inherentes al proyecto, ni dependían de sus flujos como fuente principal de pago, la FDN está impulsando la introducción de estándares de project finance. Esto permitirá aumentar la capacidad de participación de los concesionarios en el Programa 4G. La FDN trabaja con la industria en la creación de un contrato de crédito estandarizado y en un programa de capacitaciones.
Sabemos que este es un proceso de largo plazo, pero tenemos la certeza que con el interés que existe y con nuestras acciones y los productos que continuamos desarrollando, cada vez catalizaremos más recursos para la infraestructura.
