Xi y Lee sostendrán conversaciones en Corea del Sur para reconstruir las relaciones

El presidente chino Xi Jinping se reunirá con su nuevo homólogo surcoreano, Lee Jae Myung, mientras ambos líderes trabajan para reconstruir los lazos entre sus dos países, después de años en que Seúl se acercó a Estados Unidos.

La reunión tendrá lugar el sábado por la tarde, en el marco de la cumbre de la Cooperación Económica Asia-Pacífico, Apec, en Corea del Sur, según informó la oficina de Lee. Esta reunión se produce tras las conversaciones que ambos líderes mantuvieron por separado con el presidente estadounidense Donald Trump, durante las cuales Washington y Seúl ultimaron un acuerdo comercial y de inversión que permitirá a las empresas coreanas canalizar miles de millones de dólares hacia Estados Unidos cada año.

Por el contrario, los vínculos económicos y comerciales entre China y Corea del Sur se han debilitado, dejando a Seúl cada vez más atrapada en medio de las tensiones entre Estados Unidos y China. Algunas empresas surcoreanas han tenido dificultades en el mercado chino debido a la creciente competencia local y las persistentes consecuencias de una disputa de hace una década sobre un sistema de defensa antimisiles estadounidense.

Este viaje supone la primera visita de Xi a Corea del Sur en 11 años y la primera reunión entre ambos líderes desde que Lee asumió la presidencia en junio. Mientras que el predecesor de Lee, Yoon Suk Yeol, priorizó el fortalecimiento de los lazos de defensa y económicos con Estados Unidos y Japón para contrarrestar las amenazas de Corea del Norte, Lee ha buscado un enfoque más equilibrado, mostrando cautela a la hora de tomar partido en medio de la creciente rivalidad entre Estados Unidos y China.

Sin embargo, mantener ese equilibrio se ha vuelto más difícil. Recientemente, China sancionó a las filiales estadounidenses de Hanwha Ocean Co. en respuesta a los planes del astillero surcoreano de invertir en la industria marítima estadounidense. En una entrevista con Bloomberg News, Lee lamentó las sanciones de Pekín, pero afirmó que la confrontación con China no es una opción para Corea del Sur.

Aun así, los acontecimientos de esta semana pusieron de relieve los profundos lazos de Seúl con Washington, su único aliado en materia de defensa y un importante socio comercial.

Además del acuerdo de inversión con Estados Unidos, Lee también consiguió la aprobación de Trump para que Corea del Sur construyera submarinos de propulsión nuclear en astilleros estadounidenses. Kim Dong-yup, profesor de la Universidad de Estudios Norcoreanos y oficial retirado de la Armada, advirtió que el proyecto podría provocar represalias por parte de China.

“Esta medida significa esencialmente la declaración de Corea del Sur de unirse a la estrategia de contención liderada por Estados Unidos contra China como lanza y escudo de primera línea”, dijo. “¿Quién creería que un submarino, construido en un astillero estadounidense con la aprobación de un presidente de Estados Unidos, supuestamente operaría solo en aguas cercanas a la península de Corea?”.

En el plano económico, la dinámica comercial de Corea del Sur ha cambiado. El país ahora registra un creciente superávit comercial con Estados Unidos, pero su otrora sólido superávit comercial con China se ha transformado en un déficit persistente a medida que las empresas chinas se vuelven más competitivas y ascienden en la cadena de valor.

Un duro golpe fue el desplome de las ventas de automóviles coreanos en China tras la reacción de Pekín ante la decisión de Seúl de albergar el sistema antimisiles estadounidense hace casi una década. Las ventas han seguido cayendo, agravándose durante la pandemia de covid-19, ya que los consumidores chinos optaron por vehículos eléctricos de fabricación nacional.

Uno de los ámbitos en los que Lee solicitará ayuda china es Corea del Norte. Pekín sigue siendo el principal aliado de Pyongyang, ofreciéndole un apoyo económico vital mientras Estados Unidos y sus aliados mantienen las sanciones.

En septiembre, Xi Jinping recibió al presidente ruso Vladimir Putin y al líder norcoreano Kim Jong-un en un desfile militar en Pekín. A pesar del creciente acercamiento de Corea del Norte a Moscú, Xi y Kim reafirmaron su compromiso de fortalecer sus lazos durante una reunión paralela.

Lee ha dicho que su país está comprometido a reducir las tensiones con Corea del Norte y que buscará “poner fin al círculo vicioso de tensiones militares innecesarias y actos hostiles en la península coreana”.