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Productividad laboral en la Ocde para 2023
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Colombia es el segundo país con el promedio de horas trabajadas por empleado al año con una cifra cercana a 2200 horas
Colombia es el país de la Ocde en donde las personas que tienen algún empleo menos aportan a la economía por hora; visto de otra forma es el territorio del bloque con el más bajo nivel de productividad porque es la segunda nación que más tiempo destina a trabajar.
A esta conclusión se llegó en el reporte de la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico sobre productividad laboral. En Colombia, el promedio de aporte de una persona a la economía general es de US$20 frente a US$162,5 de Irlanda (el primero en el ranking) o mucho menor al promedio de la Ocde (US$67,5).
Se habla de baja productividad porque mientras el trabajador en Colombia es el que menos aporta en monto a la economía, (comparado con los demás de la Ocde), es el segundo pero en más horas trabajadas con 2.226,3 en promedio al año, solo superado por México (2.226,4).
La forma de medir la productividad laboral de un país para la Organización es el aporte al producto interno bruto por hora trabajada. Bajo este parámetro, se concluyó que el crecimiento promedio de la productividad laboral fue 1,4%, cerca de alcanzar el promedio prepandémico.
Las regiones que mejor han lidiado con el retorno a los puestos de trabajo luego del confinamiento fueron los países de América del Norte y Asia con una mejora en la productividad del rango que va de 1,5% y 1,8% respectivamente.
El panorama para Colombia está lejos de ser competitivo, sobre todo si se tiene en cuenta el aporte a la productividad económica de los trabajadores colombianos. La Organización concluyó que de sus países miembro, Colombia es el peor ubicado ya que por hora, un empleado promedio aporta US$20 al producto interno bruto por cada 60 minutos trabajando mientras que en otro país de la región como Chile esta cifra casi que se duplica a US$35,5.
Los otros dos países latinoamericanos que hacen parte de la Organización fueron Costa Rica y México pero su ubicación en el ranking son la evidencia de que la región es la más rezagada en términos de productividad laboral; mientras en Costa Rica, un trabajador promedio aporta US$29,6, en México la cifra cierra en US$24.
Tras revelarse las cifras de desempleo hace dos días, en los que el guarismo cerró en 12,7% y 22 millones de personas se encuentran ocupadas para febrero, las cifras del reporte complementan el dato macroeconómico al establecer que en promedio, un empleado colombiano trabaja 2.226,3 horas anualmente.
De la misma forma, los dos países centroamericanos previamente mencionados completan el top tres de países de más horas trabajadas por empleado: México es el primero con 2.226,4 y los ticos son terceros con 2.155,7 en promedio
Con esto, se evidencia que en América Latina no se guarda una relación directamente proporcional entre las horas trabajadas y la productividad de los trabajadores. Tanto Sebastián Trujillo, exnegociador por Colombia ante la Ocde, como John Alexánder Torres, analista económico, coinciden en que el estancamiento de la región en temas de productividad yace en la informalidad de la economía y en el grado de especialización de los estudios de las personas. “La raíz del problema yace en la educación, gente mejor preparada podrá aspirar a trabajos mejor remunerados y aportará a la productividad”, expresó Trujillo.
Prueba de ello es Alemania. Los empleados allí, trabajan en promedio 1.346,8 horas al año y aportan US$90,9 al PIB siendo la undécima de mejor rendimiento entre 40 países estudiados y en Estados Unidos, el norteamericano promedio trabaja 1.754 horas anualmente pero le aporta US$91,5 por hora trabajada. Ambos países son referentes en educación superior de calidad.
“La relación entre productividad laboral y horas trabajadas no es directamente proporcional. Parte del problema se centra en la informalidad de la economía”.
“Es necesario trabajar en la formación y educación de nuevos profesionales para que las generaciones futuras puedan aspirar a trabajos mejor remunerados”.
Todo esto ha provocado que las ofertas del mercado laboral bajen con el propósito de conservar una seguridad económica ante el escenario de incertidumbre.
Prueba de ello es la caída en la inversión extranjera directa para el año en estudio que fue de 12% en relación al año inmediatamente anterior. Teniendo en cuenta que la evolución del mercado laboral va de la mano con el desarrollo de la productividad, el informe concluyó que con la escasez en la mano de obra, las empresas han tenido que sobrellevar limitaciones operativas, retraso en nuevos proyectos y aumento en los costos laborales.
Otro factor a tener en cuenta para evaluar qué tan productivos laboralmente son los países es la variación de su inflación. Una cifra alta de costo de vida disuade la inversión extranjera y obstaculiza el crecimiento de la productividad ya que los costos de funcionamiento se incrementan y la posibilidad de expandir el mercado laboral se disminuyen.
A pesar de un crecimiento general de 1,4% durante 2023 de la productividad laboral, la Ocde ha tomado con precaución las previsiones de crecimiento para los próximos años. Aunque la evidencia demuestra que gran parte de las economías se han recuperado luego del golpe sufrido por la pandemia, las tendencias de envejecimiento de la población, la digitalización de la sociedad y el avance desenfrenado plantean un reto para la productividad laboral, especialmente en aquellos países con pirámides poblacionales regresivas.
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