Michel Temer enfrenta nueva ronda de cargos de corrupción en Brasil

El presidente de Brasil, Michel Temer, ha sido golpeado con una segunda ronda de acusaciones penales, lo que continua la saga de denuncias de corrupción que afectan su gobierno, el cual ha sido blanco de varios escándalos.

El procurador general de la república, Rodrigo Janot, acusó formalmente el jueves a Temer de obstrucción de la justicia y conspiración criminal, diciendo que él y varios de sus más cercanos lugartenientes recibieron sobornos de contratos gubernamentales, dijo la oficina de la Procuraduría en un correo electrónico. Las esperadas acusaciones culminan una semana en la cual el presidente ejecutivo de la empresa frigorífica más grande del mundo y un exgobernador fueron arrestados, el apartamento del ministro de Agricultura fue allanado, y el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva compareció ante un juez para enfrentar acusaciones de corrupción.

Temer, que ha negado repetidamente cualquier actividad ilícita, necesita el apoyo de un poco más de un tercio del Congreso para impedir que el caso pase a juicio en la Corte Suprema, una medida que lo obligaría a retirarse de la presidencia. A pesar de las nuevas acusaciones, la mayoría de los líderes y analistas del Congreso dicen que es probable que sobreviva a la votación, como lo hizo en agosto cuando fue blanco de acusaciones de soborno.

La oficina de prensa presidencial no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

Lo que no está claro es si el proceso de reunir el respaldo necesario distraerá a la coalición gobernante de la promesa de Temer de aprobar reformas económicas clave, incluyendo un proyecto de ley para reducir el gasto pensional y otro para simplificar los impuestos.

Aunque Temer y sus aliados en el Congreso han expresado confianza en superar los nuevos cargos, asegurar los votos para bloquear un juicio del presidente por segunda vez puede no ser barato, según Rafael Cortez, de Tendencias Consultoria. "Si bien un segundo conjunto de acusaciones puede no tener el mismo impacto en la opinión pública, elevará el precio del apoyo político", dijo. "Pone en peligro el progreso de las reformas".

Las acusaciones de Janot se basan principalmente en el testimonio de un corredor de bolsa que dice que movió fondos para Temer y sus asistentes en el partido gobernante, el PMDB, y para el empresario Joesley Batista, quien afirma que Temer lo autorizó a pagar dinero a cambio de silencio de testigos. Batista ha sido encarcelado y su acuerdo de rebaja de penas ha sido anulado por el Tribunal Supremo sobre presuntas irregularidades.

Los titulares de esta semana demuestran que la purga anticorrupción de tres años y la incertidumbre política resultante están lejos de terminar y probablemente perseguirán al gobierno de Temer hasta el final de su mandato en diciembre de 2018. El martes, la Corte Suprema autorizó una investigación sobre otras denuncias de corrupción contra Temer que involucran un decreto presidencial relativo a los puertos de Brasil. Temer ha negado repetidamente haber actuado mal.

Todas las investigaciones, detenciones y cargos han causado ya indiferencia entre muchos brasileños, y refuerzan la percepción generalizada de que toda la clase política del país es egoísta y corrupta. Eso puede alimentar la retórica de los candidatos ajenos a la maquinaria política, como el excapitán del Ejército Jair Bolsonaro, quien ocupa el segundo lugar en las encuestas de intención de los votantes para las elecciones generales del próximo año.