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La gubernamental Oficina Nacional de Emergencias (Onemi) chilena dijo que no se registraban hasta el momento heridos o víctimas por el sismo de magnitud 7,7 que, según reportes de medios locales, duró cerca de dos minutos.
El terremoto llevó a las autoridades chilenas a lanzar un alerta de tsunami, que más tarde fue reducido. El Centro de Tsunamis del Pacífico también canceló su alerta inicial.
"El movimiento fue muy grande y tuvimos que salir de inmediato de la casa con nuestros hijos", dijo Julio Cárdenas, un pescador de la localidad de Ancud, en el norte de Chiloé.
Muchas personas en la zona costera abandonaron sus casas con bolsos hacia terrenos más elevados en medio de las sirenas de los bomberos para alertar por la posibilidad del tsunami, según reportes de la cadena estatal Televisión Nacional.
"Seguramente, habrá un cambio de marea pero se rebaja a estado de precaución (desde alarma de tsunami), donde insistimos que la gente no debe bajar a las playas y mantenerse en zonas de seguridad", dijo a periodistas Ricardo Toro, jefe de la ONEMI.
"En principio no hay mayores afectaciones, pero hasta el momento no hay víctimas", agregó.
Aunque se han sentido réplicas de menor intensidad, y una carretera resultó dañada, el aeropuerto de la capital regional Puerto Montt operaba con normalidad.
El epicentro del terremoto, ocurrido a las 11.23 hora local (1423 GMT), fue en el mar frente a las costas del sur de la isla, a una profundidad de 15 kilómetros, reportó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por su sigla en inglés).
Según reportes de medios, el sismo fue percibido hasta la ciudad argentina de Bariloche.
El terremoto se desató en una zona muy lejana a las operaciones mineras clave del país. Y la petrolera estatal ENAP dijo que su refinería Bío-Bío, en el sur del país, operaba con normalidad.
Chile tiene una larga historia de terremotos mortales, incluyendo uno magnitud 8,8 que azotó el país en el 2010 y también desató un tsunami que devastó ciudades costeras.
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