El ambicioso proyecto se ubica en el Golfo de México y se espera que alcance una producción máxima de 50,000 barriles diarios. Pese a la bajada en el precio internacional del crudo, Shell arriesga en esta iniciativa.
Royal Dutch/Shell construirá la instalación de producción de petróleo y gas offshore más profunda del mundo, ampliando los límites de la tecnología del sector para perforar casi tres kilómetros bajo el agua en el Golfo de México.
El inicio del proyecto demuestra la confianza de Shell en los costosos emprendimientos offshore, pese a un reciente retroceso en los precios del petróleo.
El mes pasado British Petroleum decidió retrasar el desarrollo de su mayor proyecto reciente en el Golfo de México, Mad Dog Phase 2, debido a las duras condiciones del mercado y los crecientes costos.
El yacimiento Stones, que pertenece en su totalidad a Shell, fue descubierto en el año 2005 y se ubica a 321 kilómetros al sudoeste de Nueva Orleans. Dicho yaciento está compuesto por ocho bloques en una formación geológica del Golfo de México, uno de los cuales produjo el desarrollo Perdido de la petrolera angloholandesa.
Perdido, a 2,854 metros por debajo de la superficie marina, es el pozo costas afuera más profundo del mundo.
El yacimiento Stones es más profundo del mundo y se ubica a 2,896 metros de la superficie marina.
Se espera que la producción durante la primera fase de Stones alcance un máximo anual de 50,000 barriles de crudo al día, dijo Shell en un comunicado.
Shell construirá una plataforma flotante de producción, almacenamiento y descarga (FPSO por su sigla en inglés) e infraestructura submarina.
La FPSO tendrá la capacidad de oscilar en el viento para reducir la tensión en la estructura. Estará anclada utilizando una combinación de cuerda de poliéster y cadenas y, en una etapa posterior, se usará una nueva generación de tecnología de bombeo muy eficiente desde el lecho marino.