Senado de Brasil aprueba abrir juicio político contra presidenta Rousseff

Se dieron 55 votos a favor y 22 en contra. Será ell vicepresidente Michel Temer, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (Pmdb), quien asumirá el poder de forma interina.

En sustitución de su amigo y padrino político Luiz Inácio Lula da Silva, la economista brasileña Dilma Rousseff se convirtió en 2011 en la primera mujer presidenta de Brasil  en aras de continuar la senda de éxitos sociales y económicos que colocaron al gigante suramericano como una de las principales economías emergentes del mundo.

Hoy, la que hace menos de un año fuera la mujer latinoamericana más poderosa del planeta según la revista Forbes tiene sus horas contadas como mandataria. Independientemente de su posible salida del poder, que depende la decisión del Senado frente al proceso de destitución por irregularidades fiscales, LR le cuenta algunos de los grandes peros de la gestión de la presidenta. 

Y es que en medio de la profunda crisis política; la incertidumbre derivada del escándalo de corrupción de la estatal Petrobras; las continuas protestas en las calles, y la peor crisis económica en un cuarto de siglo,  que configuran la ‘tormenta perfecta’ brasileña, se suma que la popularidad de Dilma bajó a mínimos históricos, llegando a principios de año a 10% según Datafolha. 

¿Cuáles han sido los errores del Gobierno de Rousseff? El mayor escándalo de corrupción de la democracia brasileña ha provocado un terremoto político en el país. Desde que en marzo de 2014, empezaran las detenciones a través de la operación ‘Lavado de Autos’ rodaron las cabezas de líderes políticos; empresarios como Marcelo Odebrecht (quien presidió el grupo empresarial Odebrecht); expresidentes y políticos, que de a poco cercaron el debilitado círculo de la presidenta poniendo en duda su credibilidad. 

Según Miguel Benito, historiador de la Universidad Sergio Arboleda, Dilma debería  haber reaccionado a tiempo. “Le toca asumir el costo excesivo frente a senadores, empresas y dar la cara al país”. 

Además, la principal economía de la región vive sus momentos más difíciles. Lejos quedaron los memorables datos económicos del Gobierno de Lula que apuntaba crecimientos de 7,5%, bajas inflaciones y políticas sociales que sacaron de la pobreza a unos 28 millones de brasileños. Su sucesora Rousseff no supo mantener estos buenos datos y hoy Brasil vive su peor recesión en 25 años. 

El año pasado, la economía se contrajo 3,8%; la tasa de desempleo se situó en 8,5%; el déficit fiscal rozó 10,4%, y la inflación llegó a 10,67%, su nivel más alto en 12 años.  

No obstante, para Francisco Solano, director ejecutivo de la Cámara de Comercio Colombo-Brasilera, la contracción de la economía no se puede achacar a la gestión de un solo Gobierno. 

“La recesión mundial, la desaceleración de China y la crisis de los commodities junto con algunas políticas internas que provocaron malos datos de inflación o desempleo, armaron la tormenta perfecta”, explicó el directivo. 

El fallido nombramiento de Lula como ministro de la Casa Civil por su heredera política, Rousseff, que abrió un nuevo capítulo del choque de poderes entre la justicia y el ejecutivo, también  se considera por los analistas como uno de sus mayores errores en el poder. 

  Tras la detención del expresidente del Partido de los Trabajadores (PT) por su vinculación en el caso de Petrobras, la mandataria decidió apoyar a su mentor con la idea de darle un fuero especial en su intento de alejarlo de las investigaciones. 

En opinión de Mauricio Jaramillo, miembro del Centro de Estudios Políticos e Internacionales de la Universidad del Rosario, su estrecho vínculo con su tutor ideológico, Lula, quien enfrentó a una justicia politizada en el país, es uno de sus grandes peros. 

“El PT nunca ha gobernado solo. En Brasil, hay coaliciones con los partidos con más afinidad. Hay una correlación de fuerzas”, manifestó Jaramillo. Por tanto, la falta de gobernabilidad del PT que depende de las decisiones de otros partidos como el Pmdb, y la falta de precisión a la hora de elegir su gabinete, sumado al rifirrafe político y a la profunda crisis de las instituciones han pasado factura a la mandataria. 

A estos problemas se sumó el ‘impeachment’, iniciado por el expresidente de la Cámara de los Diputados, (el recién destituido por su vinculación en Petrobras, Eduardo Cunha), proceso que rebozó la copa de los pecados de Rousseff, quien  es acusada por irregularidades fiscales en su última campaña electoral. 

Los supuestos problemas del pasado Mundial de Fútbol y de los Juegos Olímpicos, sumados a las protestas sociales también han afectado la imagen de la sucesora de Lula.

Bolsa se movió con resultados de EE.UU.
La plaza bursátil de Sao Paulo cerró ayer a la baja debido al retroceso de Wall Street pese al alza de los precios de las materias primas, y a la gran expectativa de que el Senado votara por mayoría simple, es decir, que 54 de los 81 senadores a favor de iniciar el juicio político contra la presidenta del país Dilma Rousseff.

Según Reuters, el Bovespa cayó 0,58% a 52.764 puntos, en una jornada volátil en la que llegó a subir hasta 54.000 puntos. El volumen financiero fue de US$2.752 millones y entre los movimientos destacados, las acciones de Banco do Brasil cayeron 4,2% por la cautela antes de la presentación de sus resultados trimestrales.

Las opiniones

Julio César Botero
Internacionalista del Politécnico Grancolombiano
“Rousseff no supo reaccionar a tiempo, se rodeó de personas equivocadas y siguió con el esquema de corrupción del expresidente Lula”.

Francisco Solano
Dir. ejec. Cámara de Comercio colombo-brasilera
“La causa de las dificultades económicas del gigante brasileño no se le pueden achacar solo al Gobierno de Dilma Rousseff”.