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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su rival republicano Mitt Romney discreparon sobre la economía en su segundo debate, en el que el mandatario estuvo sometido a una fuerte presión para mejorar su desempeño y mostrarse energético a tres semanas de las elecciones.
La campaña de Romney recibió un muy necesario impulso hace dos semanas cuando el republicano salió triunfante del primero de los debates entre ambos candidatos, mientras que Obama fue ampliamente criticado, incluso por sus partidarios, por su respuesta pasiva.
Su desempeño en el debate ayudó a Romney a revertir su desventaja en las encuestas, y sondeos recientes han indicado que la carrera por la Casa Blanca está en un empate virtual a apenas tres semanas de la elección del 6 de noviembre.
Obama se mostró agresivo al comienzo del debate, criticando el plan económico del republicano.
"El gobernador Romney dice que tiene un plan de cinco puntos. El gobernador Romney no tiene un plan de cinco puntos, tiene un plan de un punto. Y ese plan es asegurarse de que la gente más adinerada juegue con un conjunto de reglas diferentes", sostuvo.
Romney acusó a su rival de liderar una economía estancada. "La clase media ha sido aplastada durante los últimos cuatro años y los empleos han sido demasiado escasos", dijo el ex gobernador de Massachusetts.
Obama parece haber detenido su descenso en los sondeos después del debate anterior. En un sondeo diario de Reuters/Ipsos, Obama ganó terreno sobre Romney por tercer día consecutivo, liderando con 46% de la intención de voto, frente a 43% de Romney.
Pero un sondeo de Gallup/USA Today mostró que Romney supera a Obama por 4 puntos porcentuales entre los posibles votantes en 12 estados en disputa.
El debate en la Universidad Hofstra en Hempstead, Nueva York, tuvo un formato más íntimo con público, en el que votantes indecisos pudieron hacer preguntas a ambos candidatos.
El formato suele inhibir los ataques políticos ya que los candidatos se centran en conectar con el votante que hace la pregunta.
Para Obama, el desafío es confrontar a Romney sobre los distintos temas sin entrar en descalificaciones ni en cuestiones personales.
Romney, un antiguo directivo de una empresa de capital riesgo acusado con frecuencia de no conectar con el ciudadano de a pie, saldría bien parado si repitiera su actuación del debate previo y mantuviera su impulso.
La economía fue un tema dominante. Obama tuvo la oportunidad de recurrir a la última tasa de desempleo, que registró una caída al 7,8% en septiembre y llegó a su nivel más bajo desde que Obama llegó al cargo en enero del 2009.
Romney ha dicho que el mercado laboral no se está recuperando lo suficientemente rápido.
El republicano tuvo la oportunidad de mantenerse a la ofensiva debido al manejo del gobierno de la seguridad diplomática en Libia antes de los ataques del 11 de septiembre, en los que murió el embajador de Estados Unidos y otros tres estadounidenses.
El debate se da un día después de que la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, asumió la responsabilidad por una falta de seguridad que impidió proteger a los funcionarios del letal ataque.
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