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Ana Botín, presidenta de Santander.
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El dividendo ordinario que la filial británica enviará a Santander representa alrededor del 50% del beneficio neto que podría obtener en este ejercicio 2018
Santander ha percibido un dividendo extraordinario de 668 millones de libras (US$865,45 millones) de su filial británica, dentro de una amplia reorganización de negocios de esta entidad motivada por una nueva normativa bancaria en Reino Unido y para paliar los riesgos del Brexit (salida de la Unión Europea).
Este pago se verá complementado por el dividendo ordinario que la filial británica enviará a Santander en los próximos meses, y que podría ascender a algo más de 600 millones de libras (US$767,31 millones). Esta cantidad representa alrededor del 50% del beneficio neto que Santander UK podría obtener este ejercicio 2018.
En total, por tanto, la remuneración de este año para el único accionista de la entidad británica (el grupo Santander posee el 100%) ascenderá a casi 1.300 millones de libras (US$1.700 millones).
La suma de ambas entregas supone un dividendo récord para Santander en su negocio británico, que el grupo presidido por Ana Botín empezó a construir en 2004 con la adquisición de Abbey National. Teniendo en cuenta que, en total, Santander ha invertido unos 15.000 millones de libras (US$19.182 millones) en Reino Unido desde entonces, el retorno de este año se acerca al 10% sobre el capital colocado en ese mercado.
Fuentes del sector financiero señalan que esa repatriación de dinero no es fácil de lograr en Reino Unido, donde el Banco de Inglaterra mira con lupa las salidas de dividendos de las entidades reguladas, con el objetivo de evitar impactos negativos en su solvencia
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