Rusia ignora la nueva fecha límite del presidente Trump para una tregua en Ucrania

El Kremlin dijo que "tomó nota" de la amenaza de Donald Trump de acortar drásticamente el plazo para que Vladímir Putin detenga su guerra en Ucrania, aunque dejó en claro que es poco probable que el presidente ruso cambie de rumbo.

"Quiero evitar emitir juicios" sobre la declaración de Trump, declaró el martes a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Rusia continúa la guerra y se compromete a resolver el conflicto "y a garantizar nuestros intereses durante este proceso", añadió.

Trump amenazó el lunes con imponer sanciones secundarias en un plazo de 10 a 12 días a los países que compran exportaciones rusas, incluyendo energía, a menos que Putin acepte un alto el fuego, en lugar de los 50 días que anunció a principios de mes. "No hay razón para esperar. Si saben cuál es la respuesta", dijo.

El presidente estadounidense ha expresado su creciente frustración por la negativa de Putin a aceptar una tregua en Ucrania que permita las conversaciones de paz, tras regresar a la Casa Blanca en enero con la promesa de campaña de poner fin rápidamente a la guerra, que ya lleva cuatro años. Seis llamadas telefónicas entre ambos líderes han producido escasos avances, y la intensificación de los ataques rusos con misiles y drones contra Ucrania en las últimas semanas ha reforzado la percepción en Estados Unidos de que Putin tiene la intención de continuar la invasión.

“Putin no se guía por lo que Trump espera de él y no teme nuevas sanciones”, afirmó Tatiana Stanovaya, investigadora principal del Centro Carnegie Rusia Eurasia. “Putin está convencido de que solo queda un conflicto militar y es necesario redoblar los esfuerzos militares hasta que Ucrania se derrumbe y comience a caer lentamente en manos de Rusia”.

Al mismo tiempo, existe escepticismo en Moscú respecto a que Trump cumpla su amenaza, tras haber postergado repetidamente acciones contra Putin en el pasado. Ucrania y los líderes europeos creían contar con el respaldo de Trump en mayo para un ultimátum que exigía a Putin aceptar un alto el fuego inmediato antes de las negociaciones, pero el líder estadounidense se retractó cuando Putin ofreció conversaciones sin tregua.

En julio, Trump declaró que estaba preparando una " declaración importante " sobre Rusia. Esta resultó ser su anuncio del plazo de 50 días para que Putin aceptara un alto el fuego, algo que Moscú interpretó como una ventana que permitía a sus militares intensificar sus esfuerzos para apoderarse de más territorio en Ucrania en pleno apogeo de la temporada de combates del verano.

Si bien mantener las relaciones con Trump es importante para Putin, el líder ruso "no tiene ningún deseo de detenerse, y más aún bajo presión", dijo el analista político radicado en Moscú, Andrei Kolesnikov.

Los mercados reaccionaron con mayor nerviosismo. El rublo continuó debilitándose el martes, rondando los 82 por dólar en Moscú, tras caer casi 3% tras las declaraciones de Trump, alcanzando su nivel más bajo desde mediados de mayo.

Los precios del petróleo subieron ante la preocupación por posibles interrupciones en el suministro de petróleo ruso o el aumento de los costos debido al desvío de los flujos. El petróleo Brent, de referencia, cotizaba por encima de los US$70 por barril tras un aumento de 2,3% en la sesión anterior, el mayor en dos semanas.

Rusia es uno de los tres principales productores mundiales de petróleo, después de Estados Unidos y Arabia Saudita, exportando más de 3 millones de barriles diarios solo por vía marítima y abasteciendo de crudo a importantes consumidores como India y China. Cualquier interrupción significativa en los flujos rusos en el futuro próximo requeriría un aumento del suministro de otros grandes productores y la redistribución de los barriles existentes, justo cuando el mercado mundial se mantiene ajustado ante la robusta demanda del verano.

Peskov afirmó que no hay planes para una reunión entre Putin y Trump. El presidente estadounidense declaró a la prensa en Escocia el lunes que "no estaba tan interesado en seguir hablando" con Putin porque conversaciones anteriores fueron seguidas por ataques rusos que causaron la muerte de personas en Ucrania.

Putin esperaba una conversación normal con Trump, donde fuera posible explicar la postura de Rusia, según Stanovaya. Ahora no ve otra alternativa que continuar la invasión, incluso cuando la sociedad rusa está cansada de la guerra y la economía enfrenta crecientes tensiones, afirmó.

La respuesta de Rusia al ultimátum de Trump será la misma que ha sido ante todos los ultimátums de los últimos 500 años, declaró en Telegram Sergei Markov, consultor político residente en Moscú y cercano al Kremlin. "¡Fuera! ¡Váyanse al infierno!"