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La prolongada inactividad de esta unidad contribuyó a que, al cierre de noviembre de 2025, la Refinería de Esmeraldas operara apenas a 72,26% de su capacidad.
Después de permanecer detenida por más de ocho meses, la unidad de Craqueo Catalítico Fluidizado (FCC) de la Refinería de Esmeraldas ha comenzado su fase de pruebas, un paso decisivo antes de reactivarse completamente. Esta unidad, considerada el componente más estratégico del complejo de refinación más grande del país, estuvo fuera de operación durante 252 días debido a una serie de incidentes que afectaron la infraestructura de la planta a lo largo de 2025.
Aunque la FCC no genera combustibles terminados, su papel es fundamental: produce los insumos necesarios para fabricar gasolinas de alto octanaje, gas licuado de petróleo y otros destilados ligeros indispensables para el proceso de refinación. Por esta razón, su retorno a la actividad resulta clave para que la refinería recupere su capacidad productiva.
La prolongada inactividad de esta unidad contribuyó a que, al cierre de noviembre de 2025, la Refinería de Esmeraldas operara apenas a 72,26% de su capacidad. Si las pruebas culminan con éxito y la FCC retoma la operación hacia mediados de diciembre, las proyecciones internas indican que la utilización total del complejo podría elevarse hasta 92%, un nivel que no se ha visto a lo largo del año.
El complejo enfrentó una serie de dificultades encadenadas. A comienzos de 2025, la FCC sufrió taponamientos en una válvula y estuvo detenida durante mantenimientos programados. En abril, el fuerte sismo registrado en Esmeraldas provocó paros inesperados que afectaron sistemas críticos como la lubricación y la refrigeración. Un mes después, un incendio en un tanque de almacenamiento dañó una subestación eléctrica que alimentaba tanto a la FCC como a unidades esenciales del complejo, dejando a varias instalaciones inutilizadas por semanas.
Como consecuencia, no solo la FCC quedó paralizada. Más de cinco unidades también estuvieron fuera de servicio entre cuatro y siete meses por daños, falta de carga o trabajos emergentes derivados del terremoto y del incendio. Esta combinación de fallas redujo de manera significativa la producción nacional de combustibles.
La Refinería de Esmeraldas es la columna vertebral del sistema de refinación ecuatoriano, pues procesa cerca de la mitad del crudo que se transforma en derivados en el país. Sin embargo, entre enero y octubre de 2025, la capacidad total de refinación en Ecuador cayó 20,4% respecto al mismo periodo de año anterior, con Esmeraldas registrando la mayor afectación al disminuir su producción en 30,7%.
El sistema nacional cuenta además con las refinerías La Libertad y Shushufindi, con capacidades de 45.000 y 20.000 barriles diarios, respectivamente. No obstante, ninguna de ellas tiene la escala suficiente para compensar las prolongadas paralizaciones de Esmeraldas, lo que incrementó la dependencia del país de combustibles importados durante todo el año.
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