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El punto más débil en el ámbito laboral para América Latina y el Caribe es la productividad de los individuos, es decir, la participación que tiene el trabajador en el volumen total de la producción, según explicó el informe Tendencias Mundiales del Empleo 2013, presentado ayer por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En el informe de la OIT, que muestra las tendencias laborales hasta 2017, se le hace un llamado de atención a América Latina por la falta de una más rápida reubicación de los recursos, sobretodo desde la agricultura a las manufacturas de alta productividad y los servicios. Según revela el informe, 16% de los trabajadores están empleados en el sector agrícola, cifra cuatro veces mayor a la de los países en desarrollo.
Según el estudio y algunos analistas, una inversión más fuerte y diversificada en los diferentes sectores productivos ayudaría a la región a mejorar este indicador. Además, algunos señalan que la otra solución está también en mejorar el sistema educativo y la formación laboral.
Para Juan Carlos Guataquí, profesor de economía experto en temas laborales, un tema en el que está muy mal América Latina es en el de la educación, lo que tiene un grave efecto en el resultado del indicador. “Pareciera que el asunto de la formación laboral no estuviera en la agenda de estos países. Incluso en los de indicadores económicos destacados, como Chile y Colombia, no hay una política educativa para el trabajo”, dijo Guataquí.
Para el director del Observatorio de Mercado de Trabajo y la Seguridad Social de la Universidad Externado de Colombia, Stefano Farné, el tema de la educación por supuesto es un factor que influye en la productividad laboral, pero las acciones para fomentarla producen resultados que apenas se verán en varios años. “Una solución a más corto plazo es la de la inversión, pues si se acelera puede hacer lo mismo con la productividad laboral”, resaltó Farné.
De hecho, el informe de la OIT afirma que gracias al reciente boom en el precio de los commodities y los buenos resultados del crecimiento del PIB, los países latinoamericanos deben fomentar inversiones a largo plazo para que haya un mayor crecimiento y convergencia de los niveles de productividad. Según el estudio, el crecimiento de la productividad de la región solo llega a cerca de la mitad de su potencial.
Para otros actores como Luis Miguel Morantes Alfonso, presidente de la Confederación de Trabajadores de Colombia (CTC), la ecuación con la que se calcula la productividad laboral contiene términos que hacen bajar el indicador. “Cuando hay más empleo, la productividad baja y viceversa. Al haber más trabajadores disminuye el indicador. Eso no frena la mejora de la economía, porque existen otros factores”, indicó el líder sindical.
El estudio de la OIT muestra también que el empleo en la última década creció sostenidamente y más rápido que la fuerza de trabajo. La relación empleo-población creció de 58,7% en 2002 a 61,9% en 2012, y la tasa de participación creció continuamente de 64,6% a 66,3% en el mismo periodo.
La opinión
Juan Carlos Guataquí
Profesor de economía experto en temas laborales
“Pareciera que el asunto de la formación laboral no estuviera en la agenda de estos países. Incluso en los de indicadores económicos destacados no hay una política educativa”.
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