El Papa Francisco amaneció estable en el hospital, agradeció apoyo de los seguidores

El papa Francisco, se encuentra estable mientras enfrenta una neumonía en el hospital por decimoséptimo día consecutivo, se reunió el domingo con dos responsables del Vaticano y agradeció por escrito a los seguidores sus oraciones y su apoyo.

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Francisco, de 88 años, ingresó en el hospital Gemelli de Roma el 14 de febrero con problemas respiratorios que degeneraron en una neumonía bilateral, una grave infección en ambos pulmones que puede inflamarlos y dejar cicatrices, dificultando la respiración.

El Vaticano informó el sábado por la noche de que el estado del Pontífice se había estabilizado, tras una crisis respiratoria "aislada" un día antes.

"Quisiera agradecerles por las oraciones", dijo Francisco en una nota difundida por el Vaticano en lugar de su habitual oración dominical con los peregrinos, que el papa no pudo dirigir por tercera semana consecutiva.

"Siento todo su afecto y cercanía y... Me siento como 'llevado' y sostenido por todo el pueblo de Dios", decía el mensaje.

Francisco también se reunió el domingo en el hospital con el cardenal Pietro Parolin, número dos del Vaticano, y el adjunto de Parolin, dijo el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, sin dar más detalles sobre el encuentro.

El pontífice, que es conocido por trabajar hasta la extenuación, ha seguido dirigiendo el Vaticano durante su estancia en el hospital y su última reunión con Parolin y el adjunto en el Gemelli fue el 24 de febrero.

Previamente el domingo, el Vaticano dijo en una actualización de una línea que el papa había descansado bien durante la noche. Se espera una actualización médica completa sobre su estado el domingo por la tarde.

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Un funcionario del Vaticano, que no quiso ser nombrado porque no estaba autorizado a hablar de la salud del papa, dijo el domingo que Francisco estaba comiendo normalmente, moviéndose por su habitación del hospital, y continuando su tratamiento.

Tono más optimista

El Papa sufrió el viernes una constricción de sus vías respiratorias, similar a un ataque de asma.

Sin embargo, en un tono más optimista el sábado, el Vaticano dijo que la circulación sanguínea del papa permanecía estable y que no tenía un aumento en el recuento de glóbulos blancos, lo que indicaba que su infección podría estar remitiendo.

"La condición clínica del Santo Padre permaneció estable", dijo el Vaticano el sábado, añadiendo que el pronóstico seguía siendo reservado, lo que significa que aún no estaba fuera de peligro.

El Vaticano añadió el sábado que por segundo día consecutivo el papa requería ventilación mecánica no invasiva, alternando entre ésta y "largos periodos de oxigenoterapia de alto flujo".

Francisco ha sufrido varios episodios de mala salud en los últimos dos años y es propenso a las infecciones pulmonares porque tuvo pleuresía cuando era joven y le extirparon parte de un pulmón.

El papa no ha sido visto en público desde que ingresó en el hospital, en su ausencia más prolongada desde que comenzó su papado en marzo de 2013, y sus médicos no han dicho cuánto tiempo podría durar su tratamiento.