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Mapa de la producción de Uranio.
Kazajistán, Canadá, Namibia y Australia concentran dos tercios de la producción mundial; el mineral sirve para fabricar ojivas
Kazajistán, Canadá, Namibia y Australia concentran dos tercios de la producción mundial de uranio, según la Asociación Nuclear Mundial. Es un mineral que marca la coyuntura por ser uno de los motivos de disputa en Oriente.
El conflicto entre Israel e Irán es impulsado por una negativa del avance del programa nuclear de Teherán. Una de las preguntas que surgió luego de los bombardeos y el pacto de alto al fuego es dónde se encuentra el uranio enriquecido de Irán, un elemento radiactivo y clave para el desarrollo de su programa armamentista nuclear.
En medio de esta coyuntura es importante preguntarse quiénes son los principales productores mundiales, qué es el uranio y por qué el mundo necesita ubicar la tenencia del elemento por parte de Irán.
La mayor parte de uranio proviene de las minas de Kazajistán, cuya producción anual se cuenta en 21.227 toneladas, alrededor de 43% del suministro mundial. En segundo lugar está Canadá con 15% de la explotación de uranio (7.351 toneladas); Namibia y Australia están en el tercer y cuarto lugar con 5.613 y 4.553 toneladas, que representan 11,4% y 9,2% de la producción, respectivamente.

El listado de productores mundiales lo completan otros países como Uzbekistán (3.300 toneladas); Rusia (2.508); Níger (2.020); China (1.700); India (600); Sudáfrica (200); Ucrania (100); Estados Unidos (75); Pakistán (45) y Brasil (43).
Según el Organismo Internacional de Energía Atómica, Oiea, es un elemento químico radiactivo que tiene la tendencia a desintegrarse con el tiempo y liberar energía en el proceso. Sus propiedades lo convierten en un elemento idóneo para ser el combustible de los reactores nucleares. Para hacerse una idea, una cantidad de uranio del tamaño de un huevo de gallina genera tanta electricidad como 88 toneladas de carbón.
Como combustible nuclear, según la Oiea, debe pasar por diversos procesos, incluso por los tres estados de la materia: sólido, líquido y gaseoso. El mineral de uranio se disuelve en líquido y se extrae mediante lixiviación in situ, que lo convierte en una pasta amarilla. Luego se convierte en hexafluoruro de uranio, pasa por un proceso de centrifugación y se enriquece. El resultado es el dióxido de uranio, el principal combustible nuclear para las centrales nucleares. Sin embargo, el uranio altamente enriquecido, con una concentración mayor, puede ser usado para la fabricación de las ojivas nucleares.
Rafael Mariano Grossi, director de la Oiea, tiene a su mando los inspectores de la organización, quienes llevan un registro detallado del inventario nuclear de Irán, o sea, del uranio altamente enriquecido del país. Durante el conflicto con Israel, la Oiea perdió el rastro de 408 kilogramos del elemento enriquecido. Lo anterior es suficiente para la construcción de 10 armas nucleares. El material que tenía irán era de apenas 0,9 kilogramos en 2021, por lo que tenencia ha crecido de forma exponencial. “Es necesario que cesen las hostilidades para que prevalezcan las condiciones de seguridad que permitan a la Oiea acceder a las instalaciones e investigar”, dijo Grossi.
De hecho, según reportó Bloomberg hace dos semanas, los ataques de Israel iniciaron a causa de la ubicación desconocida del combustible. Estados Unidos e Irán han tenido cinco rondas de conversaciones fallidas para detener el avance del programa nuclear.
Las versiones son contradictorias, pues mientras se cree que el uranio está escondido y fuera del radar de los reguladores de energía nuclear, el secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, dijo que no había conocimiento de información alguna de inteligencia que demuestre el traslado de uranio altamente enriquecido para protegerlo de los ataques.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró incluso que sus bombardeos a las centrares nucleares de Natanz, Fordow, Arak e Isfahan generaron que el programa nuclear de Irán sufriera un retroceso.
Las centrales atacadas por Trump están vinculadas principalmente al desarrollo de combustible nuclear, la minería de uranio y a la fabricación de reactores y nueva tecnología.
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