Mark Carney ganó las elecciones liberales de Canadá y será sucesor de Justin Trudeau

Mark Carney ganó la carrera para convertirse en el próximo primer ministro de Canadá, poniendo al ex banquero central a cargo del país justo cuando la administración del presidente estadounidense Donald Trump amenaza su futuro económico.

El ex gobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra ganó la contienda para liderar el Partido Liberal de Canadá con 85,9% de los votos. Se espera que la transferencia de poder de Justin Trudeau a Carney se produzca en los próximos días.

Carney, de 59 años, toma las riendas en un momento en que la Casa Blanca está generando agitación en la economía global —y con los socios comerciales de Estados Unidos— con anuncios arancelarios cada vez más caóticos .

En el lapso de tres días durante la semana pasada, Trump impuso aranceles del 25% a la mayoría de los productos canadienses y mexicanos, luego prometió una prórroga de un mes para aquellos que cumplan con el acuerdo comercial de América del Norte y luego amenazó con nuevos aranceles importantes contra la madera y los productos lácteos canadienses. Howard Lutnick, el secretario de Comercio de Estados Unidos, señaló el domingo que espera que los aranceles del 25% a las importaciones estadounidenses de acero y aluminio entren en vigor el 12 de marzo.

Canadá depende en gran medida del comercio con Estados Unidos, y Trump ha expresado su deseo de utilizar la “fuerza económica” para convertir a Canadá en el estado número 51. Sus acciones han provocado una furia patriótica en la nación del norte, con consumidores boicoteando los productos estadounidenses y exigiendo que los gobiernos centren su atención en encontrar nuevos socios comerciales. Trudeau ha dicho que las amenazas de Trump contra la soberanía canadiense deben tomarse en serio .

“Hemos hecho de este el mejor país del mundo y ahora nuestros vecinos quieren derrotarnos”, dijo Carney en un breve discurso antes de que se anunciaran los resultados el domingo. “De ninguna manera”.

A lo largo de su carrera por el liderazgo, Carney se presentó como un experimentado gestor de crisis que dirigió a importantes bancos centrales en momentos cruciales (en Canadá, durante la crisis financiera mundial, y en el Reino Unido, durante su tumultuosa salida de la Unión Europea), pero no ha tenido mucha experiencia como político y actualmente no ocupa un escaño en el Parlamento.

Carney, que renunció a sus cargos como presidente de Brookfield Asset Management Ltd. y Bloomberg Inc. para postularse a la presidencia, ha prometido encontrar nuevos mercados para las exportaciones de Canadá y reducir las barreras comerciales internas . Se ha comprometido a desechar los planes liberales de aumentar el impuesto a las ganancias de capital , eliminar el impuesto al carbono para el consumidor y utilizar el poder del balance federal para invertir en proyectos clave.

También dijo que dividiría el presupuesto federal en dos: un presupuesto operativo que promete equilibrar y un presupuesto de gastos de capital que podría asignar decenas de miles de millones de dólares a inversiones en infraestructura que aumente la productividad.

Canadá debe celebrar elecciones antes de octubre, pero la peligrosa situación del Partido Liberal en el Parlamento, donde tiene menos del 50% de los escaños de la Cámara de los Comunes, significa que se espera que sea antes. Carney tiene que decidir si lleva al país a elecciones en primavera (dejándolo con un gobierno interino durante varias semanas, durante las cuales puede estallar una guerra comercial) o si intenta ganar el apoyo de al menos un partido de la oposición para gobernar durante un período de tiempo.

La renuncia de Trudeau, la candidatura de Carney y las amenazas de Trump han colocado a los liberales en una posición más competitiva en las encuestas de opinión pública después de más de un año de ir por detrás del Partido Conservador por un amplio margen. Durante semanas, los conservadores han estado difundiendo frecuentes anuncios de ataque contra Carney.

El líder conservador Pierre Poilievre ha acusado a Carney de ser opaco en cuanto a sus promesas y sus intereses comerciales, y le ha pedido que revele de manera proactiva sus activos financieros para revelar cualquier posible conflicto de intereses. Los conservadores también apuntaron a Carney el mes pasado cuando intentó restar importancia a su participación en la decisión de Brookfield de trasladar su sede a Nueva York el año pasado. Carney todavía era el presidente de Brookfield en ese momento.

Carney superó a sus rivales en la carrera por el liderazgo: la ex ministra de Finanzas Chrystia Freeland, la ex líder de la Cámara de Representantes del gobierno Karina Gould y el empresario Frank Baylis. Freeland fue quien asestó el golpe fatal a la carrera política de Trudeau con una dura carta de renuncia en diciembre. Trudeau anunció tres semanas después que se marcharía.

En lo que puede haber sido su último discurso político como primer ministro, Trudeau le dijo a la multitud de jubilosos liberales reunidos en Ottawa que mantuvieran los “codos en alto” en medio del “desafío existencial” que plantea Estados Unidos.

“No se equivoquen, este es un momento decisivo para la nación”, dijo Trudeau. “La democracia no es algo que se pueda dar por sentado. La libertad no es algo que se pueda dar por sentado. Ni siquiera Canadá es algo que se pueda dar por sentado”.