Macron pide a las empresas que "elijan Francia" en su intento de reajustar la agenda

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha invitado a unos 200 líderes empresariales mundiales a Versalles el lunes, mostrando su poder de atracción de inversiones extranjeras mientras intenta reiniciar su segundo mandato después de una batalla perjudicial sobre la reforma de las pensiones.

Se espera que Macron se reúna con los principales ejecutivos, entre ellos Albert Bourla, de Pfizer Inc. y Robert Iger, de Walt Disney Co. en el vasto palacio que Luis XIV convirtió en la sede del poder francés.

El domingo, el ministro de Industria, Roland Lescure, declaró a la radio France Info que durante el acto se anunciaría oficialmente una inversión de 710 millones de euros (US$770 millones) en una planta de paneles solares en el este de Francia.

La cumbre "Elegir Francia" se celebra después de que el viernes el líder francés viajara a Dunkerque, en el norte de Francia, para confirmar que ProLogium Technology Co. -un fabricante taiwanés de baterías que asistió a un acto similar en Versalles el año pasado- invertirá hasta 5.200 millones de euros para construir una fábrica en la región.

Macron dijo que los proyectos de inversión que se anunciarán el lunes ascenderán a más de 10.000 millones de euros, superando todas las ediciones anteriores de la cumbre, que convocó por primera vez en enero de 2018 para captar ejecutivos de alto nivel de camino al Foro Económico Mundial de Davos.

Desde hace tiempo, la política económica de Macron se ha caracterizado por atraer capital extranjero, y hay muchos indicios de que la estrategia ha dado sus frutos en los últimos seis años. Francia sigue encabezando las clasificaciones de atracción de inversiones, su tasa de desempleo ha descendido y el crecimiento económico ha resistido los años de Covid y las crisis energéticas.

Sin embargo, su enfoque proempresarial -basado en la relajación de la legislación laboral y la reducción de impuestos- es cada vez más impopular entre los franceses. Las tensiones estallaron a principios de este año, cuando la medida de Macron de retrasar la edad de jubilación provocó protestas masivas, ya que los sindicatos argumentaron que era un paso demasiado lejos al trasladar las cargas a los trabajadores en lugar de a las empresas y a los ricos.

"Las ayudas a las empresas han subido un 20% estos últimos años y por eso se ha aumentado la edad de jubilación, para financiar todo eso", declaró el domingo Marine Tondelier, jefa del partido verde EELV, al canal de televisión France 3.

La situación política también ha llamado la atención de los inversores, y el mes pasado Fitch Ratings rebajó la calificación crediticia de Francia, advirtiendo de que el estancamiento y las protestas suponen un riesgo para el programa de reformas del líder francés.

"Hemos hecho un conjunto de reformas para ser más competitivos, y la reforma de las pensiones, que es tan impopular, forma parte de ello", dijo Macron a los trabajadores de una fábrica de aluminio durante su visita a Dunkerque. "Si no hacemos todo eso, no podremos reindustrializarnos".

Los compromisos de inversión anunciados en cumbres anteriores no siempre se han materializado, y a veces las promesas han incluido elementos ya decididos por las empresas. Las mayores entradas previstas para el lunes incluyen 500 millones de euros de Pfizer, 400 millones de GSK Plc y 910 millones de Ikea, según funcionarios de la oficina de Macron.