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El Ayuntamiento de Londres ha aprobado hoy los planes para que el club de fútbol Chelsea construya un nuevo estadio que permitirá aumentar su capacidad en un 50% y ponerse a la vanguardia de los centros deportivos del mundo.
El proyecto, que se levantará en el mismo lugar donde ahora se sitúa Stamford Bridge, al oeste de la ciudad, supondrá una inversión de 500 millones de libras (US$611,6 millones) y permitirá pasar de 41.600 a 60.000 asientos. Las obras obligarán al club a quedarse sin campo durante tres años. En este periodo, el Chelsea podría jugar en el estadio de Wembley.
El alcalde londinense, Sadiq Khan, forofo del Liverpool, ha reconocido que el proyecto "tiene alta calidad y un diseño espectacular". Los arquitectos encargados del nuevo estadio son Herzog and De Meuron, autores del estadio olímpico de Pekín.
Roman Abravomich, el propietario ruso del club británico, llevaba años batallando para conseguir las aprobaciones necesarias para ampliar el campo. Aunque el Chelsea es uno de los clubs más famosos del mundo, su campo es solo el 85 mayor de Europa.
La ampliación permitirá al club mejorar de forma sustancial sus ingresos, ya que ofrecerá más asientos y también más espacio para patrocinadores y eventos para empresas.
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