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Luis Miguel González, director de El Economista, analizó los desafíos que enfrenta el país desde el bajo crecimiento estructural hasta la renegociación del T-MEC
México llega a 2026 con una economía que se mantiene estable, pero que crece muy por debajo de su potencial: exportaciones fuertes e inversión extranjera récord contrastan con un consumo debilitado, inversión pública mínima y una creciente dependencia de las remesas. En este contexto, Luis Miguel González, director de El Economista, analizó los desafíos que enfrenta el país desde el bajo crecimiento estructural hasta la renegociación del T-MEC con la administración Trump.
Cerramos 2025 con muy bajo crecimiento, pero estables. Yo diría que, en términos generales, esas características definen el comportamiento de la economía mexicana durante los últimos 30 años. Los indicadores relacionados con estabilidad, me refiero a inflación, a tipo de cambio, incluso tasas de interés, son bastante correctas. Somos una economía estable que no crece.
A pesar de Trump, alguien diría gracias a Trump, las exportaciones mexicanas a Estados Unidos siguen creciendo. La inversión extranjera directa marcó año récord. Pero todos los indicadores relacionados con la economía interna prendieron focos. Tenemos bajos niveles de inversión, la inversión pública está en uno de los niveles más bajos en las últimas tres décadas. El consumo, que hasta hace relativamente poco había sido constante, con tasas de crecimiento de 4% o 5%, ahora está creciendo a tasas muy bajas. Y en buena medida entramos a 2026 con la gran pregunta de qué tendremos que cambiar para crecer más.
México, con López Obrador, desde 2018 a 2024, creció un promedio anual ligeramente inferior a 1%. Este año va a crecer, las proyecciones dicen, entre 0,3% y 0,6%. Desde hace mucho tiempo nos quejábamos de decir México está creciendo muy debajo de su potencial. Considerando nuestras características demográficas tendríamos que crecer mínimo 3%.
Los indicadores que tienen que ver con popularidad le van muy bien. Prácticamente todas las encuestas las sitúan arriba de 60%. Los números de inseguridad han mejorado, pero siguen siendo muy altos.
En el escenario internacional se valora mucho la forma en que ha tratado con el presidente Trump. Yo diría que en términos generales ha sido capaz de enfriar cada una de las crisis que han aparecido, pero no se han resuelto ninguno de los temas. Tendremos el próximo año la renegociación del tratado del T-MEC. Mientras tanto lo que tenemos es que hay sectores estratégicos que ya están pagando aranceles; acero y aluminio, autopartes, autos, incluso algunas protecciones agroalimentarias.
Yo tengo la impresión de que tendremos que empezar a hablar de renegociaciones en plural. Habrá una negociación paraguas, por decirlo de alguna manera, y tendremos temas muy complicados de resolver, sector energético, agroprecuario y automotriz. Yo tengo la impresión de que la expectativa de México es que fuera una renegociación light, casi una revisión para ponerle un sello, y conforme ha ido avanzando el tiempo, la administración Trump ha mandado señales muy claras de que van por una cirugía mayor del acuerdo comercial.
Es muy fuerte. Las remesas representan US$5.000 millones mensuales. Y en términos de PIB estamos hablando de alrededor de 5% del PIB.
Invitado por EditoRed*
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