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Roche, una de las farmacéuticas líderes a nivel mundial, destinó en 2024 cerca de US$16,35 billones a la investigación y el desarrollo
La salud en América Latina atraviesa un momento decisivo. En países como Chile, Argentina, Colombia y México, los sistemas sanitarios enfrentan presiones crecientes derivadas del envejecimiento poblacional, la mayor demanda de servicios, la inequidad en el acceso y la necesidad de digitalización.

Estos desafíos representan un reto estructural para los gobiernos y para el sector privado, que deben responder con innovación y sostenibilidad financiera. Sin embargo, también abren una ventana de oportunidad: modernizar la atención, fortalecer la prevención y apostar por nuevas tecnologías que permitan transformar los modelos de salud en beneficio de millones de ciudadanos.
En este escenario, actores del sector privado han asumido un rol protagónico. Roche, una de las farmacéuticas líderes a nivel mundial, destinó en 2024 cerca de 13 billones de francos suizos (US$16,35 billones) a investigación y desarrollo (I+D), reafirmando su compromiso con la innovación en salud. Esta inversión no solo impulsa la creación de nuevos tratamientos y soluciones médicas, sino que también fortalece la capacidad de respuesta frente a los retos que enfrentan los sistemas sanitarios en países como Chile, Argentina, Colombia y México.
De hecho, los gerentes de los cuatro países coincidieron en la importancia de avanzar hacia una descentralización de los sistemas de salud para garantizar mayor equidad en el acceso. Además, subrayaron que la región debe dejar de concebir la salud como un gasto y empezar a verla como una inversión estratégica, capaz de generar un retorno significativo: por cada dólar destinado al sector, la economía puede recibir hasta cuatro veces más en beneficios.
Nicola Romanello, gerente de Roche Farma en Chile, enfatizó que “el principal desafío que tenemos es la descentralización y la equidad. No podemos llegar solo a la región metropolitana de Santiago donde vive aproximadamente 30% o 40% de la población. Tenemos que llegar también a las regiones”.
Por su parte, Mónica Palomares, gerente de Roche Farma en México, agregó que, a pesar de la población joven, persisten problemas de salud con prevalencia en enfermedades cardiovasculares y oncológicas.
El esfuerzo fiscal que cada país destina a la salud varía de forma significativa. En Colombia, el gasto en este sector representa cerca de 8% del PIB, mientras que en Chile asciende a 9%, lo que refleja un compromiso sostenido con el fortalecimiento de su sistema.
En contraste, México destina apenas 5,7% del PIB, uno de los niveles más bajos de la región, lo que plantea retos frente al acceso y la calidad de la atención. Argentina, por su parte, encabeza el listado con una inversión de 10% del PIB, impulsada en gran medida por el peso del gasto público y la fragmentación de su esquema de cobertura.
A este panorama se suma la inequidad en el acceso. Como señaló Palomares, en México la cobertura y la calidad de la atención dependen en gran medida de la zona en la que vive cada persona, lo que también se refleja en variaciones significativas en la esperanza de vida, un problema que Roche busca atacar desde la raíz.
María Pía Orihuela, gerente general de Roche en Argentina, explicó que “muchas veces hay barreras para la atención sanitaria que tienen que ver con infraestructura, con las distancias y con la dificultad de que la gente pueda llegar a tiempo a un servicio médico. Se trata de un sistema de salud muy fragmentado, en el que existen más de 290 obras sociales vinculadas al tipo de trabajo del empleado -desde camioneros hasta ferroviarios o la industria farmacéutica-, lo que genera grandes retos para lograr eficiencia en el gasto”.
Orihuela añadió que el gobierno ha hecho énfasis en reducir el gasto para generar un balance fiscal y que esa inversión en salud no sea más grande, sino que sea más eficiente, un reto que se debería replicar en todos los países.
En contraste Marieli Alfonzo, gerente de Roche Colombia, aseguró que el país por muchos años tuvo un sistema de salud ejemplar en términos de cobertura y de acceso que está atravesando por una crisis. “Durante los últimos 30 años se consolidó el sistema y en este momento estamos enfrentando situaciones similares al resto de la región, donde el acceso a la salud no está siendo igual y no está siendo garantizado”. Añadió que el problema de Colombia es de financiamiento, que viene arrastrando desde hace varios años y que está generando las dificultades de acceso.
Estas diferencias ponen de relieve que, aunque los sistemas de salud latinoamericanos comparten retos comunes, la magnitud de la inversión y la equidad en la distribución de los recursos determinan su capacidad de respuesta frente a las crecientes demandas poblaciones y al desarrollo de nuevas tecnologías médicas.
Para concluir la apuesta de la empresa al sistema de salud, Alfonzo agregó que “somos innovación pura. Innovación pura significa que normalmente trabajamos en las áreas donde hoy no hay soluciones y ahí es donde nosotros nos dedicamos a investigar y a desarrollar”.
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