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A pesar de que la nueva reforma migratoria que impulsó el gobierno de Raúl Castro en Cuba elimina las principales restricciones que los ciudadanos tenían para desplazarse al extranjero, las dificultades económicas y el bajo poder adquisitivo de los cubanos limitan sus posibilidades de salir del país.
Según los datos oficiales, el PIB per cápita anual en Cuba es de US$5.040,3, aunque la realidad de la población es distinta. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el ingreso mensual que percibe una familia promedio en el país es de US$31,40, de los cuales, el 80% se destina a las compras de alimentos.
La situación de los cubanos sigue siendo muy precaria en términos económicos. Solo 15 de cada 100 tiene acceso a internet y nueve de cada 100, posee celulares, según Unicef. Además, el gobierno importa el 70% de los alimentos que se consumen.
Aún con ahorro, los costos en tiquetes para el viaje no ayudarán al consumidor. Los vuelos entre Cuba y Miami, donde hay más ciudadanos del país radicados, superan en muchos casos los US$1.000, mientras que un pasaje para recorrer las 90 millas que separan las dos regiones en ferry, se vende entre US$150 y US$300, precios que no son asequibles para la familia promedio cubana.
Alberto Mayo, experto en aviación comercial, afirma que “se puede pensar que para enfrentar los problemas económicos de las familias, los que viajen al exterior será para visitar a los familiares y así no tener que hacer frente a un costo tan elevado. Yo no creo que se vaya a dar mucho viaje de turismo”.
Para Maya, “seguramente se dará un aumento de la demanda y por eso las aerolíneas ajustarán precios y ofrecerán nuevas promociones”.
Por otra parte, otro de los problemas que se plantea para la economía de los cubanos es que se dobla el precio del pasaporte. Con la reforma, el precio eran unos US$55, mientras que ahora el costo ascenderá a aproximadamente US$100.
Hasta ahora, como muestran las cifras de la Oficina Nacional de Estadística (ONE) del país, el gasto total anual en turismo interno de los cubanos asciende a US$41 millones, financiado en gran parte por las remesas de dinero de los más de 1,4 millones de familiares residentes en el extranjero.
Menos restricción, sobre el papel
Aunque la reforma elimina las principales restricciones con las que se encontraba el ciudadano cubano, de acuerdo con Andrés Molano, profesor de relaciones internacionales de la Universidad del Rosario, se puede considerar una medida de apertura, pero hay que ser cautos.
“El punto con la nueva reforma es que los cubanos nunca han disfrutado de libertad de movimientos hacia el extranjero. Aunque se expedían pasaportes, el gobierno adicionalmente exigía la extensión de un permiso especial para viajar, conocido como ‘tarjeta blanca’ el cual en algunos casos solo se otorgaba con una invitación que le hacían a la persona. Básicamente, lo que se ha hecho es eliminar el requisito del permiso y de la invitación”.
Sí habrá restricción con los trámites en países extranjeros
Aunque los ciudadanos cubanos por fin tendrán mayores facilidades para salir del país, a partir de ahora se presenta el problema con la nación de destino, ya que autoridades como las de Estados Unidos o España, dos de los más solicitados, ponen una gran cantidad de barreras a la expedición de la visa.
Por otra parte, otros países que son aliados políticos de Cuba como son Venezuela, Bolivia o China, también exigen el requisito de visado.
En total, los cubanos solo están exentos de solicitar la visa en 15 países: Rusia, Hungría, Ucrania, Belarús, Eslovaquia, Liechtenstein, Malasia, Barbados, Granada, San Cristóbal y Nevis, San Vicente y las Granadinas, Moldavia, Kazajastán y Kirguistán.
La opinión
Andrés Molano
Profesor de relaciones internacionales - Universidad del Rosario
“No me haría muchas ilusiones con la reforma, aunque formalmente sí que se eliminan los requisitos y hay menores restricciones, el gobierno no renuncia al derecho de veto”.
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