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Maserati, famoso por autos como el sedán Quattroporte con un valor de US$99.000, suspenderá la producción durante seis semanas en los próximos dos meses, incluidas cuatro semanas consecutivas desde el 14 de diciembre, según los gremios de la planta principal de la unidad de lujo en Grugliasco, en el norte de Italia. A unos 2.000 trabajadores de la planta se les darán licencias temporarias durante la mayoría de los días y tendrán un receso de Navidad más largo que lo habitual. La medida tiene lugar luego de una reducción más limitada de la producción en septiembre. Maserati se negó a hacer declaraciones.
“Es, verdaderamente, un indicador de lo superficial que es ese segmento”, dijo Bill Visnic, analista automotor independiente con sede en Weirton, West Virginia. “Maserati tiene un nombre que es muy de nicho, y vende en un segmento de mercado que de todos modos no tiene demasiada profundidad. Eso da como resultado un impulso inicial y a continuación el precipicio es realmente empinado”.
La reactivación estancada de Maserati no es un buen presagio para los planes más agresivos que tiene Fiat para Alfa Romeo, que lanzará el sedán Giulia el año próximo, seguido por un vehículo deportivo utilitario. Tanto Maserati como Alfa Romeo tienen una amplia base de admiradores debido a sus historias pero son actores de nicho en el mercado automotor actual, sin la infraestructura y la fuerza de marketing de rivales más grandes como BMW y Mercedes-Benz.
Con la suspensión de la producción más prolongada desde que la marca presentó el Ghibli de US$70.600 en 2013, la producción de Maserati caerá este año un 25% hasta alrededor de 26.000 vehículos, según IHS Automotive. La desaceleración hace que resulte más difícil alcanzar la meta de incrementar las ventas hasta 50.000 autos el año próximo y 75.000 en 2018. Es probable, no obstante, que las entregas se incrementen este año en la medida que el fabricante de automóviles venda vehículos de su creciente inventario.
La ganancia operativa de Maserati se desplomó 87% hasta US$12 millones en el tercer trimestre en tanto las entregas cayeron 22%. Esta declinación derivó de la debilidad en China y Norteamérica. Para reactivar el crecimiento, la marca proyecta introducir el SUV Levante el año próximo. También está desarrollando un auto deportivo biplaza.
El éxito de Maserati, que ascendió a la fama estableciendo récords de velocidad en los años 1920, es particularmente crucial para poder compensar la pérdida de Ferrari. La escisión de Fiat del fabricante de súper-autos se llevará a cabo en enero como parte de un esfuerzo destinado a financiar un plan de inversión por US$52.000 millones.
“Debemos bajar el ritmo”, dijo el máximo responsable ejecutivo, Sergio Marchionne, a los analistas en una teleconferencia el 28 de octubre reafirmando el objetivo de ventas de Maserati para 2018. “Debemos respirar hondo y trabajar resolviendo los problemas y estar listos para el lanzamiento de Levante”.
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