LaLiga española denuncia el castigo fiscal al fútbol del pacto Psoe-Podemos

Espadas en alto en el fútbol español. El acuerdo entre el Gobierno del PSOE y Podemos para los Presupuestos de 2019 deja un ingrato efecto para la industria del deporte rey: un castigo fiscal que no tiene precedentes en las grandes competiciones europeas con las que pelea España en el ámbito internacional.

Ninguno de los países incluidos en las Big Five -nombre con el que, junto a LaLiga, se conoce a la todopoderosa Premier inglesa, a la Bundesliga alemana, a la Serie A italiana y a la Ligue 1 francesa- es tan dura en el trato fiscal a los jugadores y a las cuentas de resultados de los clubes como pretende el acuerdo entre el Ejecutivo y Podemos. Un castigo que se refiere a las subidas del IRPF, ahorro y Sociedades, y a la tributación de dividendos y plusvalías en filiales.

Así lo denuncia Javier Tebas, presidente de LaLiga, que ha enviado una tajante carta a todos los equipos de la competición española para dejar claras las intenciones de la patronal frente a esos Presupuestos: diseña una estrategia para reducir al máximo el efecto negativo de la nueva fiscalidad pactada, según revelan a EXPANSIÓN fuentes del sector.

Se trata de una fiscalidad que pone de acuerdo a detractores y defensores en dos cosas. Primero, en esa desventaja que supondría la nueva legislación en la comparación europea. Y, en segundo lugar, en el efecto negativo para toda la economía nacional por la fuga de talentos futbolísticos que podrían tener los cambios para un deporte que aporta 1.200 millones en impuestos indirectos, que supone ahora más del 1% del PIB y, que en términos de empleo, mantiene a cerca de 100.000 familias.

Cuatro reformas
En concreto, sólo el primer cambio, relativo al IRPF, tendría un impacto superior a los US$92,6 millones en los balances de los equipos, equivalente a la pérdida de 20 jugadores de elite de LaLiga. El plan del Gobierno es subir este impuesto dos puntos para rentas a partir de US$150.540 en 2019 y cuatro puntos para ingresos superiores a US$347.400, lo que tendrá un fuerte impacto en los jugadores. A ello se suma el incremento en la fiscalidad del ahorro, que se elevaría en cuatro puntos para rentas superiores a US$162.120 , hasta llegar al 27%.

El tercer cambio que afecta al fútbol español reside en la creación de una cuota líquida mínima de un 15% sobre la base imponible del Impuesto sobre Sociedades para los grupos que tributan en régimen de consolidación fiscal y empresas no integradas en grupos con una cifra de negocio de al menos US$23,16 millones.

Por último, LaLiga denuncia que la industria, sumida en una estrategia de internacionalización, queda damnificada por el plan de limitar la exención de tributación de la que disfrutan los dividendos y plusvalías generadas por la participación en sociedades filiales, que ahora es del 100% y que se reducirá en un 5%.

Este cuádruple castigo -que afecta a las cuentas de los clubes y sociedades anónimas y a más de 750 jugadores y miembros del cuerpo técnico- se sumaría a un sistema que ya estaba aquejado por el trato a las comisiones de los agentes, la fiscalidad a impatriados o los derechos de traspaso y que LaLiga ha intentado mejorar durante meses sin éxito. La fiscalidad, de hecho, parece que sería una de las grandes razones de la salida de Cristiano Ronaldo de España, según la patronal.

Contexto
Para comprender la magnitud de estos cambios, hay que tener en cuenta que los jugadores negocian en sueldo neto, con lo que son los clubes los que asumen cualquier tipo de diferencia en impuestos respecto a otros países. Así, si un futbolista quiere, por ejemplo, dejar Argentina para jugar en Europa, un club español tendrá que pagar más que una de las otras Big Five para atraerlo. Y no sólo por los costes de traspaso, sino también por los propios impuestos de cada país.

De ahí que la industria tema que la nueva fiscalidad se traduzca en que muchos jugadores descarten España como destino. Esto, a su vez, perjudicaría a los clubes de fútbol, a los aficionados y, en última instancia, a Hacienda, que pondría el propio pacto del Gobierno con Podemos en contra de las arcas públicas.