La Unión Europea se enfrenta a las exigencias de Donald Trump sobre el petróleo ruso

La Unión Europea está considerando imponer sanciones a empresas de India y China que estén permitiendo el comercio de petróleo de Rusia como parte de un próximo paquete de nuevas restricciones, según personas familiarizadas con el asunto.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró el fin de semana que está dispuesto a imponer sanciones " importantes " al petróleo ruso si las naciones europeas hacen lo mismo. Las sanciones se centrarían en el comercio energético, crucial para financiar la guerra del presidente Vladimir Putin contra Ucrania, en particular a los compradores de China e India.

La iniciativa estadounidense pone la responsabilidad en Europa, que había retrasado la eliminación gradual del gas ruso hasta después de 2027 y había otorgado a países sin litoral como Hungría y Eslovaquia exenciones temporales de las sanciones petroleras rusas. Aun así, el crudo procedente de Moscú se desplomó a alrededor de 3% el año pasado, desde 27% de las importaciones de la UE antes de la guerra, tras la entrada en vigor de las sanciones en 2022.

La UE está deliberando actualmente su 19º paquete de sanciones contra Rusia, que podría apuntar a alrededor de media docena de bancos y empresas energéticas rusas, así como a los sistemas de pago y tarjetas de crédito de Rusia, los intercambios de criptomonedas y otras restricciones al comercio de petróleo del país, informó anteriormente Bloomberg.

La propia propuesta de Estados Unidos, presentada a los miembros del Grupo de los Siete la semana pasada, incluye aranceles de hasta el 100 % para China e India. También afectaría a las compañías petroleras rusas y a las redes que permiten a Moscú transportar crudo y beneficiarse de este comercio.

Los funcionarios del G-7 están trabajando para redactar medidas en las próximas semanas, según personas familiarizadas con el asunto, que hablaron bajo condición de anonimato.

La iniciativa estadounidense tendría como objetivo principal endurecer la postura con Rusia —algo que Ucrania y Europa han solicitado—, a la vez que alinea a la UE contra Pekín. Bruselas y las capitales europeas podrían no estar dispuestas a aumentar las tensiones con China, dada la dependencia del bloque del vasto mercado de la nación asiática, especialmente tras la imposición de aranceles en el mercado estadounidense. La UE también aspira a concretar un acuerdo comercial con la India.

La UE también tendría que encontrar la manera de superar la resistencia de algunos de sus propios Estados miembros, en particular Hungría y Eslovaquia, que han expresado su preocupación por los costes de cambiar a fuentes alternativas de petróleo. La UE podría considerar diversas medidas para abordar estas preocupaciones una vez que se levante la exención para estos países, según otra persona familiarizada con el asunto.

La UE acordó a principios de este año prohibir las importaciones de productos petrolíferos elaborados con crudo ruso. Esto afectaría a algunas empresas de India y Turquía, que importan grandes cantidades de petróleo ruso y exportan diésel y otros combustibles al bloque.

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Hasta el momento, Trump se ha abstenido de imponer sanciones directas a Rusia, a pesar de haber incumplido varios plazos autoimpuestos y de la persistente reticencia de Putin a negociar el fin de la guerra. Sin embargo, Trump ha duplicado los aranceles a la India al 50% por su continua compra de petróleo ruso.

La misiva de Trump pone en una situación especialmente delicada a Viktor Orban, aliado ideológico del presidente estadounidense. El líder húngaro ha redoblado sus esfuerzos en las importaciones de energía rusa desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Moscú, y ha disfrutado de una exención temporal de la UE específicamente para las importaciones de petróleo. Hungría también ha apostado a fondo por las inversiones chinas, especialmente en el sector automovilístico y de baterías, lo que haría que el respaldo de Orban a nuevos aranceles de la UE sobre Pekín fuera una tarea difícil.

El gobierno húngaro mantiene la esperanza de que las amenazas de Trump no surtan efecto, dado que otros países europeos también pueden no estar interesados ​​en imponer aranceles a China y Estados Unidos puede no actuar solo, según un alto funcionario húngaro, que pidió no ser identificado ya que se trata de deliberaciones internas.

Al mismo tiempo, hay señales de que Hungría —que también es la puerta de entrada a las importaciones de energía rusa de Eslovaquia— está explorando formas de alejarse de Rusia en un momento en que los ataques de Ucrania a la infraestructura petrolera rusa ya están poniendo en riesgo la seguridad del suministro.

La semana pasada, Hungría firmó un acuerdo de 10 años con Shell por 2.000 millones de metros cúbicos de gas natural, un volumen en gran medida simbólico dado que el consumo húngaro es varias veces superior al anual. Orban también viajó a los Emiratos Árabes Unidos y Catar el viernes para hablar sobre energía.

El funcionario húngaro dijo que los esfuerzos de diversificación anteriores, incluido un acuerdo para las importaciones de gas de Azerbaiyán y de petróleo a través de un gasoducto a través de Croacia, están resultando útiles ahora.

Según Andras Deak, investigador de la Universidad Nacional del Servicio Público de Budapest, una pregunta clave es si Orban tendrá tiempo para liberarse de su dependencia de Rusia.

Estableció paralelismos con la decisión estadounidense, al comienzo de la guerra entre Rusia y Ucrania, de imponer sanciones a la refinería NIS, de propiedad rusa, de la vecina Serbia, incluso cuando Belgrado ha logrado desde entonces múltiples aplazamientos de última hora de cualquier sanción. Sanciones similares a importadores húngaros de energía rusa, como Mol Nyrt, propietaria también de la única refinería de Eslovaquia, podrían paralizar a Hungría, afirmó.

«Estados Unidos puede realmente darle un jaque mate a Orbán en el tema energético ruso, si así lo desea», dijo Deak. «La pregunta es si la relación entre Trump y Orbán ofrece protección real a Hungría si llega el momento decisivo».