La UE pierde la paciencia con Grecia

Este es el mensaje que van a transmitir esta noche Alemania, Francia, la Comisión Europea y el BCE a Alexis Tsipras, primer ministro griego, durante la reunión informal que se va a celebrar esta noche en Bruselas. La reunión se ha concertado a instancias del propio Tsipras y su objetivo es tratar de encauzar la crisis griega, después del cuello de botella al que han llegado las negociaciones técnicas (entre Comisión, FMI y BCE con Grecia) y políticas (entre ministros de Economía y Finanzas).

Uno de los más duros va a ser Draghi. "[El BCE va a pedir] que vuelva al trabajo, que deje de criticarnos todo el tiempo, que cumpla el acuerdo con el Eurogrupo del 20 de febrero y que no espere financiación puente", han afirmado fuentes europeas antes del comienzo esta minicumbre, que está previsto que empiece una vez concluida la primera jornada de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, que se celebra hoy y mañana en Bruselas.

Allí, en la minicumbre, estarán presentes el propio Tsipras; Angela Merkel, canciller alemana; François Hollande, presidente francés; Mario Draghi, presidente del BCE; Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea; Jeroen Dijsselbloem, presidente de los ministros de Finanzas del euro (Eurogrupo), en calidad presencial y Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo como organizador.

Según fuentes diplomáticas griegas, Tsipras va a pedir el desembolso de al menos una parte de los US$1.905 millones de los beneficios del programa de compra de bonos del BCE; la posibilidad de Letras del Tesoro por encima del límite de US$15.800 millones actual y la readmisión de la deuda griega en las operaciones ordinarias de liquidez del BCE, lo que evitaría a sus bancos tener que recurrir a las líneas de emergencia.

Pero según estas fuentes europeas, la respuesta será un no a todo, ya que el marco para solicitar todas estas medidas son las reuniones del Eurogrupo. Estas declaraciones en privado riman con lo que los líderes europeos han dicho previamente en público.

"Quiero decir: no esperen una solución, no esperen ningún avance. No es el marco adecuado", ha afirmado Angela Merkel a su llegada al Justus Lipsius, sede del Consejo Europeo. Hollande, pro su parte, afirmó que "los griegos deben demostrar que hacen las reformas que se espera de ellos".

Un formato polémico

Esta reunión informal al finalizar la primera jornada de la oficial ha generado cierto "desasosiego" entre muchos países, según han reconocido fuentes diplomáticas europeas, quienes, sin embargo, ha defendido que era el formato menos malo: "Tusk recibió la petición de un jefe de Gobierno para concertar una reunión, y eso es lo que se ha hecho".

De hecho, el presidente del Consejo Europeo se ha reunido antes de comenzar la cumbre oficial con los jefes de Gobierno de Bélgica, Holanda y Luxemburgo, quienes le han transmitido su malestar con el formato escogido. De hecho, Charles Michelle, primer ministro belga, ha afirmado en público que está "furioso" con la decisión, y que no ha dado ningún mandato ni a Alemania ni a Francia para negociar por ellos.

España, por su parte, ha asegurado no tener ningún problema con el formato. "A mí me parece bien, pero lo importante es que Grecia cumpla con sus compromisos y que las decisiones se adopten donde se van a adoptar, que es en el Eurogrupo" ha dicho el presidente Mariano Rajoy.