La troika cree que Chipre va por el buen camino pero aún ve riesgos

"La aplicación completa y oportuna de las políticas sigue siendo esencial para que el programa tenga éxito, dados los altos riesgos aún existentes", constata la troika en un comunicado publicado tras la cuarta revisión del programa de asistencia a Chipre de unos US$13.700 millones, a cambio de aplicar reformas y ajustes.

La troika entiende que los objetivos fiscales para el primer trimestre del año se han cumplido con un margen considerable, como reflejo de una evolución de los ingresos mejor de lo esperado y de una ejecución presupuestaria prudente.

"Se han logrado progresos en la recapitalización y la consolidación del sector de cooperativas de crédito, y los bancos están avanzando con sus planes de reestructuración", afirman los acreedores internacionales.

"Esto ha permitido una importante liberalización de las restricciones de pago nacionales, en consonancia con la hoja de ruta del Gobierno. Las autoridades también han dado pasos hacia la implementación de su ambiciosa agenda de reformas estructurales", añaden.

En cuanto a la recesión, aunque se espera que sea un poco menos grave de lo previsto, las perspectivas siguen siendo un reto.

La contracción de la producción para 2014 se ha revisado a la baja y ha pasado del 4,8% al 4,2%, el desempleo sigue siendo muy alto y la capacidad de préstamo de los bancos a la economía sigue estando limitada.

Como resultado de todos estos factores, se espera que la recuperación sea más moderada de lo previsto anteriormente, con un crecimiento proyectado del 0,4% en 2015, que irá mejorando gradualmente, ya que la demanda interna está lastrada por la necesidad de reducir altos niveles de endeudamiento.

En este contexto, la troika considera que la economía de Chipre aún tiene por delante tres retos fundamentales.

En primer lugar, Chipre debe reducir los créditos no rentables que limitan su capacidad de préstamo al sector privado en apoyo del crecimiento y la creación de empleo.

"Reformar el marco legal sobre ejecución de hipotecas y casos de insolvencia es de suma importancia para proporcionar incentivos equilibrados a los prestatarios y prestamistas para negociar y llegar a un acuerdo sobre la reestructuración de los créditos no rentables", destaca.

Al mismo tiempo las autoridades de supervisión deben controlar más de cerca a los bancos en esta tarea y también dentro del marco de lucha contra las operaciones de blanqueo de capitales.

El segundo gran reto de Chipre es mantener las finanzas públicas en una senda sostenible.

Incertidumbre
Pese a los avances que ya se han logrado en este sentido, aún existe una alta incertidumbre macroeconómica y riesgos que pueden pesar sobre los resultados fiscales.

"Las autoridades tendrán que reducir de forma constante el déficit fiscal y lograr gradualmente un superávit fiscal primario del 4% del PIB, para que la deuda pública se sitúe en una senda decreciente sostenida", recalca.

El refuerzo de las instituciones en Chipre es el tercero de los retos que señala la troika.

Las autoridades del país preparan una reforma del sistema de asistencia social, incluido el establecimiento de un esquema de ingresos mínimos garantizado para proteger a los grupos vulnerables durante la crisis actual.

Esta evaluación es resultado de la visita que los representantes de la troika realizaron a Chipre del 6 al 17 de mayo, que constituye la cuarta revisión del programa económico.

La cierre definitivo de esta cuarta revisión está sujeto a la aprobación de la traika en julio, de la que depende el desembolso de un nuevo tramo de financiación, concretamente de US$821 millones de euros procedentes del fondo de rescate y de otros US$110 millones del Fondo Monetario Internacional.