“La OMC no es como un árbitro de fútbol”: Roberto Azevêdo, director general

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, planea imponer aranceles por US$200.000 millones al comercio con China y podría hacerlo esta semana, luego de que le diera la orden a sus funcionarios el jueves pasado. Esta medida se sumaría a los US$50.000 millones que ya gravó y a los que se le podría agregar US$267.000 millones más, con lo que incrementarían las tensiones de la guerra comercial que él mismo empezó.

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Modernización de la OMC

En medio de este escenario, el director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Roberto Azevêdo, habló con LR sobre el rol del organismo y aseguró que la organización de la que está al frente “no es un árbitro”, pues la voz de alerta debe provenir, principalmente, de las mismas naciones que se encuentran en medio de los conflictos comerciales. Sin embargo, advirtió que las tensiones ya han hecho posponer inversiones y amenazan con detener el impulso con el que venía la economía mundial.

¿Cuáles son las medidas que la OMC puede adoptar para detener la imposición de los aranceles de los Estados Unidos al mundo?

La OMC no es como un árbitro en un partido de fútbol; no hacemos sonar el silbato cuando hay un problema entre los jugadores, sino que son los miembros los que hacen sonar el silbato entre ellos, y cuando eso ocurre, nosotros acudimos y ayudamos a resolver el problema. Los miembros han hecho uso del silbato con bastante frecuencia este año: en lo que va de 2018 hemos recibido alrededor de 30 solicitudes de consultas, que es la primera etapa en la solución de diferencias.

La confianza que los miembros de la OMC tienen depositada en nuestro mecanismo de solución de diferencias subraya lo efectivo que ha sido. De hecho, se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de la gobernanza económica mundial, evitando que las diferencias comerciales se conviertan en enfrentamientos más graves.

Muchas diferencias se resuelven antes de llegar a la fase de litigio, pero cuando se da ese escenario, el cumplimiento de las resoluciones es muy alto: alrededor de 90% de las resoluciones se han implementado.

¿La economía mundial ya ha sido golpeada por los aranceles originados por la política proteccionista de Donald Trump? ¿Cuál es el alcance de ese impacto?

Los datos recientes de la OMC nos dicen que se está produciendo una notable escalada de medidas comerciales restrictivas en los últimos meses. También se han registrado diversas medidas de facilitación de las importaciones, pero fundamentalmente, el valor del comercio abarcado por estas medidas está disminuyendo, al tiempo que el alcance de las medidas restrictivas está aumentando rápidamente. Por lo tanto, la situación actual es extremadamente grave y pone en riesgo el impulso económico sostenido que hemos presenciado después de años de lento crecimiento.

No hay duda de que la actual escalada de acciones unilaterales, que conduce a una serie de medidas comerciales basadas en el “ojo por ojo”, supone el riesgo de causar un gran impacto económico, amenazando a todos los países y golpeando con mayor fuerza a los más pobres. El crecimiento, el empleo y la recuperación están en juego, así como la salud del sistema de comercio del que todos dependemos. Si bien el impacto total de estas medidas todavía no se siente en la economía global, estamos empezando a ver la gravedad de la situación en algunos indicadores prospectivos. Ya estamos viendo que las decisiones en materia de inversión se posponen y que hay un cambio en los sistemas de producción y suministro.

¿Cuál es el impacto de los aranceles estadounidenses en mercados emergentes como Colombia?

Si bien no es posible trazar geográficamente con precisión el impacto de la proliferación de medidas comerciales restrictivas y sus efectos colaterales, es evidente que generan una mayor incertidumbre en torno al comercio y el crecimiento del PIB a nivel mundial. Esta incertidumbre puede afectar la confianza de los inversores, con un efecto especialmente marcado en el caso de las economías emergentes.

Las divisas de los mercados emergentes ya están sintiendo el efecto del aumento de las tensiones comerciales y parece probable que podamos esperar un mayor endurecimiento de la política monetaria en los países en desarrollo y una contención de la expansión crediticia y fiscal en las grandes economías de los mercados emergentes.

En general, los sectores más afectados en un escenario de aumento del proteccionismo serían los mercados emergentes y las economías en desarrollo.

¿Qué piensa la OMC sobre las críticas y el rechazo por parte de la Unión Europea y los Estados Unidos, que desde hace años consideran a China como una “economía de mercado”?

China ha crecido muy rápidamente en los últimos años, logrando un éxito notable en muchas áreas, con el resultado de que hoy se ha convertido en una economía muy competitiva. Como tal, todo lo que hace China está sujeto a un escrutinio minucioso por parte de otros socios comerciales que han planteado ciertas preocupaciones. Algunas de estas cuestiones se están debatiendo en el contexto de las normas y disciplinas existentes, y posiblemente futuras, de la OMC.

Otros aspectos se encuentran actualmente sometidos a los procedimientos del mecanismo de solución de diferencias. Lo que es importante recalcar aquí es que la OMC está siendo utilizada como la vía para resolver estas controversias mediante el diálogo, la negociación y la resolución de diferencias.

¿Es necesario reformar la OMC?

Muchos miembros de la OMC consideran que es necesario un debate más amplio sobre la reforma. Un desafío que exige una respuesta urgente es la amenaza que afronta el sistema de solución de diferencias de la organización, el mecanismo a través del cual los miembros rinden cuentas entre ellos por presuntas infracciones y que evita que las diferencias comerciales se conviertan en enfrentamientos mucho más graves. El Órgano de Apelación podría quedar bloqueado debido a ciertas preocupaciones de EE.UU. sobre las resoluciones y procedimientos.

El mundo necesita a la Organización del Comercio

Azevêdo también mencionó que sin la OMC, “nos enfrentaríamos a un futuro de incertidumbre, tensiones comerciales intensificadas, menor crecimiento, salarios más bajos y menores oportunidades de empleo en todo el mundo. Por lo tanto, debemos aprovechar este momento como una oportunidad para fortalecer la cooperación mundial en materia de comercio, que en última instancia es una cuestión que nos beneficia a todos. El sistema de comercio global debe responder a los desafíos de una economía mundial cambiante”.