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El aire acondicionado, que supone 60% del consumo total de energía, no funciona entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde y los letreros luminosos y vallas solo se encienden, como máximo, entre las 6 de la tarde y las 10 de la noche. Dentro de las oficinas, para poder trabajar hay que abrir las ventanas.
Esta es la fotografía de Panamá tras las nuevas restricciones para paliar la escasez energética de la sequía, que restó a sus principales embalses, Fortuna y Bayano, 81% de su capacidad.
La escasez energética es cíclica en Panamá, pero la gravedad de esta apremia a desarrollar con mayor rapidez la interconexión con Colombia, programada para 2017.
“Toda crisis permite transformaciones profundas y se podría acelerar el proceso, Colombia está dispuesta a hacerlo”, señala José Camilo Manzur, presidente de la Asociación de Distribuidores de Energía (Asocodis).
Colombia posee excedentes para suministrar a Panamá, destacó el presidente, Juan Manuel Santos recientemente; sin embargo falta pasar del discurso a los hechos.
La situación es grave. Hoy se estima que dejarán de funcionar en 6 y 14 días, respectivamente. Según datos de la Secretaría de Energía panameña, el país necesita para funcionar 1.400MV diarios. En condiciones normales produce 1.600MV, pero el actual déficit les obliga a tomar medidas urgentes para garantizar el suministro.
“Es cierto que existe riesgo de apagones masivos, que deberían evitarse si se cumplen las restricciones. Aguantaremos lo que sea necesario, pero podemos añadir medidas adicionales si así se requieren”, afirma el secretario de Energía, Vicente Prescott. Hospitales y colegios no están incluidos, y son “intocables”, indica Prescott, pero lo cierto es que son pocas las soluciones a corto plazo, como destaca Iván Barría, presidente de la comisión de energía de la Cámara de Comercio de Panamá.
“A principios de abril se alquilaron generadores de emergencia que producen 140MV, pero ya no se pueden pedir más porque simplemente no llegarían a tiempo”, explica Barría.
Sin flujo para transportar energía de otros países, Panamá compraba su suministro a El Salvador y Guatemala, pero con el primero rompió lazos comerciales y con el segundo existen discrepancias con respecto al precio, aunque Barría insiste en que la situación es tal que “tocará comprar al precio que sea”. Con semejante panorama, el racionamiento de energía podría llegar después de semana santa para los centros comerciales.
La industria local tiene la llave del suministro
La industria y el Gobierno panameño mantienen un pulso en la crisis energética. Mientras que las medidas impulsadas en marzo eran voluntarias, las nuevas restricciones son obligatorias a la espera de que las industrias que pueden generar energía reaccionen y ayuden al suministro.
En la crisis energética de hace un año, 320 empresas colaboraron con el Ejecutivo y produjeron 200MV, lo que combinado con el apagón de los aires acondicionados podría reducir hasta la mitad el consumo diario, indica Barría. Sin embargo, en esta ocasión solo 10% de los empresarios apoyan al Gobierno, y el país espera ante las próximas elecciones generales, previstas para el próximo 4 de mayo.
Las opiniones
Germán Corredor
Director del observatorio colombiano de energía de la Universidad Nacional
“Panamá no ha sido muy diligente en avanzar con la interconexión. Es posible que esta situación ayude a acelerar el proceso y que no tengamos que esperar a 2017”.
Iván Barría
Presidente de la comisión de energía de la cámara de comercio de Panamá
“Al mediodía la mayoría de los edificios no pueden trabajar si no tienen planta eléctrica porque no se aguanta el calor. Se esperan lluvias en mayo, pero nadie tiene seguridad”.
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