La dupla colombo-chilena que quiere llevar a la startup Nala a los grandes mercados

Una idea, después de 10 años inmersa en el mundo de los Recursos Humanos en “empresas de rápido crecimiento”, llevaron a la colombiana María Fernanda Castillo a pensar en más: “¿Cómo puedo hacer que podamos entregarle información útil al negocio, desde el lado de personas, para que las decisiones que toman los líderes sean más cercanas?

En el año 2020, “estando en Rappi, me pidieron hacer una nueva evaluación de desempeño, como muchas que había hecho antes, y sabía que, en vez de generar valor, disminuía la productividad”, contó a DFSUD.

Estaba segura de eso, porque además lo había experimentado en primera línea en los cinco años que estuvo en Groupon a cargo del área de RRHH para toda la región, desde Colombia, Brasil y México.

Psicóloga de profesión, decidió aventurarse en el mundo de las startups. En un paso no tan casual por Chile, pues es casada con un chileno, le contó la idea a su amigo Fabián Prado, un ingeniero fundador la fintech Pagalo Así.

“Le pareció chévere, a fines de ese año lanzamos un piloto, de los mismos clientes que conocíamos fuimos teniendo nuestros propios clientes y probando”, contó.

Ella se encargó del producto, él del desarrollo tecnológico y, un año después, decidieron “escalar”.

“Ninguno de los dos teníamos el perfil como tan agresivo; teníamos la visión, pero necesitábamos alguien que nos ayudara en ese empuje”, contó.

En Miami, donde hoy reside, se juntó hace unos meses a tomar un café con una ingeniera chilena, a quien conoció en una reunión de amigos. “Coincidió que, como yo, ella venía de empresas tradicionales y buscaba incursionar en el loco mundo de las startups. Yo buscaba alguien así y todo hizo click”, relató.

Escalar el negocio

La serenidad que muestra “Mafe” al hablar hizo balance con la pasión de “Xime” para planificar el siguiente paso. Nala -en honor a la perrita de la colombiana- está consolidando el negocio en Chile, Colombia y México, en “par de meses incorporaremos Brasil y luego EEUU”, ya en 2023.

La plataforma está disponible en español, inglés y portugués, por lo que el salto suena lógico.

“El producto está listo, la necesidad es transversal y el desafío está en la venta. Tenemos más de 20 empresas que están en siete países y que, a su vez, operan en más de 40; ya son globales”, explicó Paul.

Para esto, están en un proceso de levantamiento de capital de unos US$ 2 millones con fondos de inversión, en la que la mayoría de los que colocan recursos son inversionistas ángeles.

"El objetivo es seguir desarrollando el producto y tener el mejor talento digital, porque vamos a competir con los equipos de Estados Unidos, de Australia y Nueva Zelanda que son muy fuertes en el área", agregó.

Liderazgo femenino

Ambas reconocen que se mueven en un un mundo generalmente masculino, pero que, como líderes de empresa, no les intimida.

Castillo ha ganado experiencia en las empresas en las que ha trabajado sobre la necesidad de generar valor desde las personas, por lo que da mucha importancia al equipo que ha ido enfrentando.

Dijo que eso las lleva hoy a poder plantarse "a levantar plata en un mundo que es en sí súper masculino, en donde el emprendedor es muy agresivo para poder vender su idea". "Las oportunidades son diferentes y por eso también uno ve que las startups de las mujeres, levantan muchísima menos plata, pero son el triple de rentables que las de los hombres. Eso al final nos ha hecho más fuertes, nos ha hecho crear productos más increíbles y más sostenibles en el tiempo".

Paul, por su parte, como ingeniera, siempre ha estado rodeada de hombres. Por ello, señaló, "creo más en las oportunidades que se le dan a las personas, más que en si son hombres o mujeres, o su raza; si tú le das las condiciones correctas, te van a responder con lealtad y compromiso".