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Alexandre de Moraes, juez del Supremo Tribunal Federal, durante el juicio de Jair Bolsonaro, expresidente de Brasil
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Bolsonaro sigue el juicio desde su domicilio en Brasilia, donde se encuentra bajo arresto domiciliario desde principios de agosto
El juez de la Corte Suprema de Brasil sancionado por EE.UU. abrió el juicio al expresidente Jair Bolsonaro prometiendo mantenerse firme ante las presiones de Washington.
“La valentía institucional y la defensa de la soberanía nacional son parte del deber republicano de esta corte”, declaró el martes el juez Alexandre de Moraes. “La soberanía nacional no puede, no debe y nunca será violada, negociada ni extorsionada”.
Moraes supervisa el juicio que podría llevar a Bolsonaro, aliado de Donald Trump, a ser sentenciado a más de 40 años de prisión por un presunto intento de golpe de Estado después de su derrota electoral de 2022.
En un intento por ayudar a Bolsonaro, Trump sancionó a Moraes bajo la Ley Magnitsky y le revocó la visa estadounidense. Washington también impuso un arancel de 50% a ciertos productos brasileños.
Eduardo Bolsonaro, el hijo del expresidente que se mudó a Estados Unidos en marzo para buscar ayuda de la Casa Blanca, ha advertido en los últimos días sobre sanciones adicionales vinculadas al juicio y la posible condena de su padre.
Los activos brasileños cayeron en una sesión generalmente negativa para los mercados emergentes. El real se depreció hasta un 1,1% frente al dólar, mientras que los tipos swap a largo plazo subieron más de 10 puntos básicos. Las acciones de Banco do Brasil cayeron alrededor de un 3,1%, entre las mayores pérdidas del índice de referencia Ibovespa, que cayó un 0,5%.
Moraes afirmó que “una verdadera organización criminal” actuó “de manera cobarde y traicionera para intentar coaccionar al poder judicial, especialmente a esta Corte Suprema, y someter su trabajo al escrutinio de un estado extranjero”.
Agregó que los intentos de obstrucción no afectarán la imparcialidad e independencia de los jueces de la corte, quienes “fallarán sin importar amenazas o coerción, ignorando tanto las presiones internas como externas”.
Bolsonaro sigue el juicio desde su domicilio en Brasilia, donde se encuentra bajo arresto domiciliario desde principios de agosto. Se espera que el proceso se prolongue hasta el 12 de septiembre.
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