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El saliente mandatario estudia restricciones que se producirían en escenarios internacionales y quedarían blindadas
La administración Biden está sopesando un último esfuerzo para lograr un acuerdo internacional que restrinja el apoyo financiero a proyectos extranjeros de petróleo y gas antes de que comiencen las cruciales conversaciones en París.
Se considera que alcanzar el acuerdo es esencial para cumplir una promesa que hizo el presidente Joe Biden en su primer año en la Casa Blanca. Pero los funcionarios de la administración todavía estaban decidiendo la postura negociadora final durante el fin de semana, según personas familiarizadas con el asunto. Eso deja poco tiempo antes de las negociaciones del lunes entre los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, Ocde.
Las deliberaciones fueron descritas por personas familiarizadas con el asunto que pidieron no ser identificadas porque son privadas.
Lo que se discute es una propuesta de los países europeos para ampliar una prohibición vigente, de tres años de duración, sobre el apoyo de las agencias de crédito a las exportaciones a las centrales eléctricas de carbón que no se han visto afectadas por la reducción de la producción. Según la propuesta presentada por la Unión Europea, la financiación de las agencias de crédito a las exportaciones, como préstamos y garantías, estaría prohibida para la mayoría de los proyectos de petróleo y gas.
Los desacuerdos entre los funcionarios estadounidenses y el Banco de Exportación e Importación de Estados Unidos sobre cuál es el mejor enfoque ya han paralizado de hecho la acción sobre el tema en la Ocde durante casi un año. Una consideración clave ha sido cómo afectarían las nuevas restricciones al banco, una agencia independiente cuyo estatuto prohíbe negar financiamiento a cualquier industria, sector o negocio en particular, dijeron las personas. El banco deberá recibir una nueva autorización del Congreso en 2026.
Representantes de la Casa Blanca y del Departamento del Tesoro de Estados Unidos no respondieron de inmediato a las solicitudes de comentarios el sábado fuera del horario comercial normal.
Restringir el financiamiento para los combustibles fósiles es visto como una forma importante de frenar el flujo de apoyo a los proyectos de petróleo y gas, un año después de que Estados Unidos y casi otros 200 países se unieron tras un compromiso de abandonarlos.
Bajo el liderazgo de Biden, Estados Unidos se ha comprometido en reiteradas ocasiones a hacer ese cambio financiero. A siete días de asumir la presidencia, Biden ordenó a las agencias estadounidenses que trabajaran con el banco Ex-Im y otras instituciones para buscar formas de “promover el fin del financiamiento internacional de la energía basada en combustibles fósiles con alto contenido de carbono”.
Tres meses después, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos dijo que trabajaría con los países de la Ocde y otras agencias estadounidenses “para reorientar la financiación hacia actividades con alto contenido de carbono”. Y en diciembre de 2021, Estados Unidos firmó una declaración internacional en la que se comprometía a “poner fin al nuevo apoyo público directo al sector energético internacional de combustibles fósiles sin restricciones”, excepto en circunstancias muy limitadas.
El senador Ed Markey, demócrata de Massachusetts, dijo que es hora de que la administración Biden cumpla esas promesas. Biden ha tenido cuatro años, dijo en el marco de la cumbre climática COP29 en Bakú, Azerbaiyán. "Debería terminar con eso".
La administración se está apresurando a distribuir el gasto bajo la Ley de Reducción de la Inflación y a asegurar más del legado climático de Biden antes de la toma de posesión de Donald Trump en enero, pero algunas de esas acciones siguen siendo profundamente vulnerables a un giro presidencial a partir de 2025.
Sin embargo, un compromiso de la Ocde sería diferente: sería adoptado por un organismo internacional y se consideraría inmune a la oposición del gobierno entrante. La Ocde representa a los gobiernos de 37 democracias con economías basadas en el mercado que establecen normas de política destinadas a promover el crecimiento económico sostenible.
Markey dijo que estaba pidiendo a la administración Biden que “cumpla con su compromiso con las declaraciones de Glasgow de poner fin a la financiación pública de los combustibles fósiles sin control en el extranjero y que apoye un resultado sólido de la Ocde que se alinee con los objetivos”.
En estas últimas semanas de la presidencia de Biden “deberían hacer todo lo correcto”, dijo Markey, señalando que Biden tiene la oportunidad de “lucir muy bien históricamente como presidente del clima” al cumplir con su visión “perspicaz y a largo plazo” para las finanzas a partir de 2021.
Los partidarios que presionan a la administración para que actúe destacan el tictac del reloj en la presidencia de Biden, así como la promesa de Trump de liberar la producción estadounidense de petróleo y gas y su amenaza de retirarse del acuerdo climático de París.
“Si Estados Unidos avanza, esto será más significativo que cualquier cosa que hagan en la COP y más a prueba de Trump”, dijo Kate DeAngelis , gerente del programa de finanzas internacionales del grupo ambientalista Amigos de la Tierra. “Retirará miles de millones de dólares de los combustibles fósiles”.
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