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Inicia el juicio contra el expresidente Bolsonaro acusado de dar un golpe de Estado
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El expresidente de brasil, de 70 años de edad, quien se encuentra en arresto domiciliario, se enfrenta a una condena de 43 años de cárcel si lo encuentran culpable
Hoy iniciará del juicio contra Jair Bolsonaro por presunto intento de golpe de Estado y el entorno judicial y político del expresidente brasileño se ha tensado aún más. El juez, Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal, ordenó a comienzos de agosto el arresto domiciliario de Bolsonaro debido al incumplimiento de medidas cautelares que le impedían usar teléfonos celulares o recibir visitas sin autorización judicial. El expresidente de Brasil de 70 años de edad se estaría enfrentando a una condena de 43 años de cárcel.
La decisión incluyó también restricciones sobre contactos con terceros y limitaciones en el uso de redes sociales. Posteriormente, hacia finales de agosto, el magistrado dispuso reforzar la seguridad en la residencia del exmandatario en Brasilia mediante una vigilancia policial permanente, con monitoreo en tiempo real para evitar un eventual intento de fuga o nuevos incumplimientos. La justicia de su país le está imputando a Bolsonaro cinco delitos.
El más grave, la abolición violenta del Estado democrático de derecho. Las sospechas de que Bolsonaro buscaba evadir la justicia cobraron fuerza luego de que la Policía Federal encontrara en su teléfono un documento dirigido al presidente argentino Javier Milei en el que solicitaba asilo político.
Este hallazgo fue incorporado al proceso como prueba de que existía riesgo concreto de fuga y motivó que el Tribunal Supremo exigiera a la defensa del expresidente dar explicaciones en un plazo de 48 horas sobre los reiterados incumplimientos y conductas ilícitas atribuidas a su cliente. El caso ha despertado una fuerte reacción política dentro y fuera de Brasil. Bolsonaro, quien ya fue inhabilitado por ocho años por el tribunal electoral brasileño, ha insistido en que buscará presentarse a los comicios de 2026 e incluso pidió ayuda a Trump para revertir su situación judicial.
“Seguiré muy de cerca la cacería de brujas de Jair Bolsonaro, su familia y miles de sus partidarios. El único juicio que debería estar ocurriendo es el de los votantes de Brasil. Se llama elección”.
El proceso que enfrenta Bolsonaro no es un hecho aislado en la región. Varios expresidentes latinoamericanos se han encontrado bajo la lupa de la justicia, en una muestra de cómo la judicialización se ha vuelto parte del panorama político.
Cristina Fernández de Kirchner cumple arresto domiciliario en Argentina tras ser condenada a seis años de prisión, Pedro Castillo en Perú enfrenta un juicio por intento de golpe de Estado con una posible condena de hasta 34 años, mientras que Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil fue condenado en el pasado, aunque finalmente absuelto en 2021.
Desde principio de julio, Brasil pasó varios meses bajo la lupa, mientras Donald Trump trastocaba el comercio global imponiendo sus paquetes de aranceles. El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha reforzado su imagen y se benefició de la atención que EE.UU. le puso a su país por sus nuevas medidas. Horas después de que el presidente estadounidense amenazara con golpear y castigar a Brasil con aranceles de 50%, el mandatario brasilero, anunció que, en lugar de apresurarse a apaciguar a Trump, su gobierno tomaría represalias con medidas propias.
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