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La petrolera británica BP anunció una caída cercana al 54% en su beneficio atribuido en 2012, frente al mismo periodo del año anterior tras la venta de activos como preparación para lo que podría ser su mayor desembolso de dinero por un derrame de crudo cuando el caso llegue a juicio este mes. Así mismo, informó de una desplome del 20% en su ganacia trimestral.
No obstante, BP Plc, la última de las cuatro grandes petroleras occidentales que reporta sus cifras del cuarto trimestre, superó las expectativas gracias a impuestos extraordinarios relacionados a sus desinversiones y al pago de obligaciones, por lo que sus acciones subían un 2%.
La firma dijo que sus ganancias netas, ajustadas por elementos no operativos y efectos contables, se redujeron a US$3.984 millones desde los US$4.986 millones de un año atrás, principalmente como resultado de la venta de activos para pagar por sus deudas derivadas del derrame de crudo en el Golfo de México.
Los analistas esperaban una ganancia trimestral de US$3.305 millones, aunque advirtieron que el resultado era difícil de predecir dada la naturaleza cambiante de BP y señalaron la diferencia por los efectos de los impuestos extraordinarios.
Antes de impuestos, la ganancia subyacente fue de US$5.098 millones, inferior a los US$7.179 millones del año anterior pero ampliamente en línea con las estimaciones.
La compañía vendió activos por un valor de US$37.800 millones desde el derrame de petróleo del pozo Macondo y asumió un cargo total contra ganancias de US$42.200 millones, de lo cual la mayor parte ya fue pagada en compensaciones y multas.
Este año BP también espera recibir US$12.300 millones por la venta de sus intereses en Rusia a Rosneft junto a una participación de un 20% en la empresa estatal.
La petrolera podría ver escurrirse de sus manos miles de millones de dólares más este año, ya sea a través de acuerdos con autoridades estadounidenses o de un juicio que comienza el 25 de febrero.
Como consecuencia de sus recortes, la producción de petróleo y gas de BP cayó un 7% en el trimestre.
"Seguiremos viendo el impacto de esta reorganización en nuestros resultados del 2013", dijo el presidente ejecutivo Bob Dudley. "Para el 2014, espero que el momento financiero subyacente sea muy evidente", agregó.
El derrame de petróleo, que provocó la muerte de 11 hombres y desparramó 5 millones de barriles de crudo en el mar, derrumbó a las acciones de BP, al igual que sucedió con una extensa disputa con sus ex socios en Rusia.
Los títulos se han recuperado en las últimas semanas por las ventas a Rosneft el pasado año y porque los inversores han empezado a apreciar los valores tras el derrame.
Sin embargo, los títulos de BP siguen operando a solo 8,3 veces sus ganancias por acción pasadas y a 8,6 veces las utilidades proyectadas por acción, en comparación con respectivos 9,3 y 9,2, en promedio, entre sus principales rivales: Exxon Mobil, Chevron y Royal Dutch Shell.
En tanto, BP espera que cuatro importantes proyectos de exploración empiecen a producir a fines del 2013: Angola LNG, North Rankin 2 en Australia, Na Kika 3 en el Golfo de México y Chirag Oil en Azerbaiyán.
Al igual que sus rivales, BP, que alguna vez fue la petrolera número dos del mundo pero ahora es la más pequeña entre los cuatro "gigantes del petróleo" por valor de mercado, está afrontando mayores costos e invirtiendo rápido para mantener la producción en crecimiento y sustituir sus reservas.
El dividendo trimestral de la compañía se mantuvo en 9 centavos.
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